Tratamiento secuencial. Esquemas de recorrido y busca En el módulo precedente hemos aprendido a detallar un inconveniente, hemos in­troducido la noción de algoritmo que lo soluciona y hemos introducido el len­guaje algorítmico, que utilizaremos para elaborar algoritmos. Aún no hemos hablado de de qué forma llegar desde la especificación de un inconveniente hasta el algoritmo que lo soluciona. En este módulo nos ocuparemos de este tema. No introduciremos acá ningún elemento nuevo del lenguaje algorítmico, sino, usando los elementos que conocemos, daremos una metodología que nos deje diseñar algoritmos de la manera más sistemática posible. La parte más esencial que vamos a trabajar en este módulo va a ser, sobre todo, el planteamiento de la solución, que, como hemos visto en el módulo “Introduc­ción a la algorítmica”, es una de las etapas más difíciles en el diseño de un algoritmo Efectivamente, podríamos procurar diseñar algoritmos de un nivel de compleji­dad afín a los ejemplos que aparecen en el módulo 1. No obstante, las únicas herramientas de las que disponemos hasta el instante son nuestra capacidad creativa para conjuntar apropiadamente las construcciones del lenguaje algorít­mico y nuestra experiencia (que, de momento, es poca), como ayuda inesti­mable para la primera. El estudio de un conjunto de casos específicos que acreciente nuestra experien­cia podría ser una solución, mas el aprendizaje por esta vía puede ser bastante costoso y, a un tiempo, incompleto. Al contrario, en este curso planteamos una metodología lo más sistemática posible para diseñar algoritmos. Pese a todo, del mismo modo proseguiremos necesitando nuestra capacidad creativa; si bien una vez asimilada esta metodología, el orificio que debemos completar con nues­tra inventiva va a ser bastante menor. Esta metodología se fundamenta en la aplicación de unos algoritmos genéricos que nos dejarán solventar inconvenientes que se puedan modelar usando una secuencia de elementos, algo que, como vamos a ver, es bastante frecuente. Estos algoritmos genéricos los denominaremos esquemas, y marchan como una suerte de plantillas, de manera que su aplicación (que vamos a llamar refinamiento) va a consistir en reemplazar alguna de sus partes por “trocitos” de algoritmo co­rrespondientes al inconveniente específico que estamos procurando solventar en aquel instante