Cinismos. Retrato De Los Filosofos Llamados

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Cinismos. Retrato De Los Filosofos Llamados Perros Michel Onfray¿Quiénes fueron los insolentes? Pensadores del siglo IV ya antes de la era cristiana, eran individuos que aspiraban a identificarse con la figura del can –por la simplicidad y desvergüenza de la vida canina–. Utilizaban barba, llevaban alforja y bastón y practicaban juegos con las palabras a forma de metodología: a aquellos que planteaban ideas y teorías obtusas, oponían el ademán, el humor y la ironía. Para minar todavía más los fundamentos de la civilización, los insolentes invitaban al escándalo de la antropofagia, el incesto y el repudio de toda sepultura. Su materialismo se complementaba con una preocupación hedonista que planteaba un acceso aristocrático al goce. Se llamaban Antístenes, Diógenes, Crates o bien Hiparquia.Si Michel Onfray decidió salvar acá a los insolentes, ello se debe eminentemente a que nuestra temporada tendría mucho que aprender de aquellos pensadores. Es apremiante que aparezcan nuevos insolentes, a quienes les correspondería la labor de arrancar las máscaras, denunciar las supersticiones y destruir las mitologías generadas por la sociedad actual. Labor que nada debe ver con el cinismo vulgar, tan usual en los alegatos sociales, el que subordina la acción a la pura eficiencia y erige el pragmatismo como garantía pseudofilosófica.Excluidos de los manuales y sometidos a la distorsión del alegato académico, los insolentes hallan acá su derecho de ciudadanía. Punto de inicio que le deja al autor emprender la crítica a determinados alegatos sociales en rema, desvistiendo la soberbia y las hipocresías de nuestro tiempo