Derecho procesal. Problemas sobre la verdad en el proceso En La estructura de las revoluciones científicas (The structure of scientific revolutions, mil novecientos sesenta y dos), Thomas Kuhn introdujo por vez primera el término paradigma para explicar el progreso del pensamiento científico. Su investigación se encarga de repasar las diferencias entre las diferentes comunidades de estudiosos en sus modos de comprender la ciencia y su evolución. Khun observó en sus estudios que los científicos sociales, en contraste a los científicos naturales, presentaban un número más extenso y complejo de disconformidades con respecto a la noción, inconvenientes, prácticas y métodos lícitos de la ciencia. Para Khun esto no significaba, no obstante, que los estudiosos de las ciencias naturales tuvieran mejores y más sólidas contestaciones a las cuestiones científicas que los estudiosos de las ciencias sociales, ya que se trataba solamente de la mayor o bien menor aceptación de los paradigmas entre los estudiosos. Esta observación forma, puesto que, el punto de inicio de su investigación, en la que descubre que las diferencias entre las comunidades científicas son reconocibles desde la función que en ellas desempeña el término de paradigma. Conforme Kuhn, los paradigmas forman logros en la investigación científica universalmente admitidos por una comunidad de estudiosos que a lo largo de cierto tiempo los emplean como modelos de inconvenientes y de soluciones tipo. El empleo de los paradigmas en la definición y la entendimiento del campo jurídico no es, no obstante, novedosa. El derecho normalmente, y el derecho procesal particularmente, ha debido vérselas con diferentes modelos o bien figuras cuya fuerza y también intensidad explicativa nos dejan reconocer, aparte de los grandes paradigmas del pensamiento jurídico en sus diferentes tradiciones naturalistas, positivistas, realistas, críticas, abundantes inconvenientes relacionados con el saber, la justicia, la ley, el poder, el sujeto, el Estado, la sociedad, entre otros muchos