Erlang/OTP. Volumen I. Un planeta concurrente Conocí a Manuel Ángel en el momento en que me explicó su idea de redactar un libro sobre Erlang en Castellano, no solo me pareció una idea emocionante, sino más bien un jalón indispensable para llevar este lenguaje de programación a donde se merece entre la comunidad castellanohablante. Tras intercambiar ciertos e-mails, enseguida me di cuenta de la semejanza de nuestras ideas y objetivos: redactar programas eficaces y escalables. Y si bien no lo conocía personalmente, sencillamente con ver su amplia experiencia en un abanico tan extenso de tecnologías, ya intuí que el material que saldría de su cabeza sería de ayuda para todo tipo lectores. En un planeta donde prevalece la programación imperativa, los lenguajes funcionales vuelven a cobrar relevancia por su potencia y sencillez. La necesidad de sistemas que sean capaces de administrar millones de usuarios concurrentes de forma eficaz, ha provocado que Erlang sea relevante 2 décadas tras su creación. Mi primera experiencia con Erlang fue como ver Matrix, teniendo presente que todos y cada uno de los conocimientos que tenía estaban basados en lenguajes orientados a objetos, el primer instinto fue extrapolarlos a aquel primer reto al que me encaraba (iterar sobre una lista). Con el paso del tiempo comencé a entender que el salto que estaba efectuando no era como aprender otro lenguaje más (saltar entre PHP, Java o bien Ruby), aprendía una forma nueva de meditar y solucionar inconvenientes la esencia de los lenguajes funcionales. Podemos destacar, que los conceptos y herramientas que da de forma nativa Erlang, te dejan diseñar y desarrollar desde el principio sistemas robustos, eludiendo tener que solucionar inconvenientes de escalabilidad y operaciones complejas en las próximas fases de un proyecto (capas de cache complejas, despliegues en producción sin interrupciones, optimización de la máquina virtual, …)