Escupire Sobre Vuestra Tumba Boris VianLee Anderson, un estadounidense de raza negra mas apariencia de blanco, decide vengar la muerte de uno de sus hermanos y la tunda recibida por el otro, las dos ejecutadas por racistas blancos. El estremecedor plan de violencia física y sexual que trama y hace con la meticulosidad del obseso ha sentado siempre y en toda circunstancia como una fulminante patada en el estómago a quienes admiten como «natural» que todo el planeta tiene algo de racista. Quizás ese sea el mayor mérito literario de «Escupiré sobre vuestra tumba», el de haber agitado sin contemplaciones —y solo con palabras— un sinnúmero de conciencias. En frente de ello, el haber importado claramente la novela negra de EE.UU. a Europa y haberse burlado a más y mejor de los críticos es una cuestión menor para el público por norma general, que no para los especialistas. Significativamente, la historia de esta novela es prácticamente otra novela. Publicada (mil novecientos cuarenta y seis) bajo seudónimo, consiguió hacer pensar en la autoría de un negro estadounidense, a pesar de que en su prólogo se deslizaban reveladoras pistas contra tal supuesto. Tras un año, «Escupiré sobre vuestra tumba» se transformó en un bestseller y al siguiente fue amoldada al teatro. En mil novecientos cuarenta y ocho, la «buena sociedad» francesa reaccionó tal y como si de hecho hubiese recibido un esputo en lo más sagrado de sus cimientos: calificó esta novela de ultraje a la ética y a las buenas costumbres, así como otra que Boris Vian asimismo había publicado bajo el seudónimo de Vernon Sullivan. Cuando en mil novecientos cincuenta y nueve «Escupiré sobre vuestra tumba» era amoldada al cine, el creador tuvo sus complicaciones con los realizadores; el desagrado que llegó a ocasionarle debería resultarle absolutamente aciago