Considerado por unanimidad como uno de los autores más relevantes en la literatura de terror moderna, heredero y renovador de la obra de los grandes maestros del género, Y también. A. Poe y H. P. Lovecraft, Thomas Ligotti sorprendió a críticos y lectores con la publicación en dos mil diez de su primer ensayo, que llevaba el sorprendente título de La conspiración contra la especie humana, título de un libro imaginario que se mienta en su relato "The Shadow, The Darkness". "Esta obra plantea lo que quizás sea el reto más firme lanzado hasta la data contra el chantaje intelectual que desea obligarnos a estar eternamente agradecidos por un "don" que jamás solicitamos: la vida", comenta Ray Brassier en el prólogo. Thomas Ligotti rinde homenaje en esta obra lúcida y también indefinible al olvidado pensador fatalista y antinatalista noruego Peter Wessel Zapffe, y recuerda además de esto las aportaciones a esta corriente filosófica de pensadores como Schopenhauer, Nietzsche, Mainlander, Bahnsen, Brashear y otros, sin olvidar la repercusión que esta visión del planeta ha tenido en la historia de la literatura de horror, muy en especial en la obra de su querido y admirado profesor H. P. Lovecraft. Abundan en estas que no van a dejar indiferente a ningún lector, oraciones lapidarias que relucen como faros que penetran la obscuridad reinante, que sacuden las conciencias, como golpes a la puerta de Macbeth. Dos ejemplos: "Se ha descubierto el pastel: somos biorobots copiadores de genes que viven a la intemperie en un planeta solitario en un cosmos físico frío y vacío..." o bien "Es mejor inmunizar tu consciencia contra cualquier pensamiento preocupante y horrible a fin de que todos podamos continuar conspirando con el objetivo de subsistir y reproducirnos como seres paradójicos: marionetas que pueden caminar y charlar por sí mismas ... juguetes humanos que sostienen mutuamente la ilusión de ser reales"