Manzanas De Gomorra. La Reflexion De Un

1.-Da clic en “agregar al carrito”.
2.-Llena tus datos de nombre y correo electrónico.
3.-Da click en Paypal (para pagar con tarjeta de crédito o débito) o Mercadopago (para pagar con transferencia o efectivo mediante bancos, oxxo, 7eleven, circle K, etc.), espera unos segundos, serás redireccionado.
4.-Selecciona tu forma de pago o ingresa tus datos de pago.
5.-Disfruta de tu libro que será enviado a tu correo electrónico, no olvides revisar la bandeja de entrada, correo no deseado o spam.
6.-Para cualquier duda o problema contáctanos mediante mensaje de whatsapp +52 2217892728, email [email protected], o chat en línea, te atenderemos con gusto.

Manzanas de Gomorra. La reflexión de un exorcista sobre homosexualidad y cristianismo J. A. ForteaCon una aproximación de clemencia y lealtad al Magisterio de la Iglesia, el renombrado exorcista de España José Antonio Fortea presentó un nuevo libro titulado “Manzanas de Gomorra”, en el que medita sobre la homosexualidad y el cristianismo. El P. Fortea es doctor en Teología por el Liceo Regina Apostolorum de la ciudad de Roma. Su tesis, presentada en dos mil quince, fue “Problemas teológicos de la práctica del exorcismo”.El exorcista de España explicó a ACI Prensa que este nuevo libro “nació como una meditación cristiana sobre la homosexualidad. Mas, solamente iniciar, me percaté de que resultaba ineludible no abordar anteriormente la cuestión de de qué manera enfocar todo el tema de la sexualidad”.“Por eso, el libro se terminó convirtiendo asimismo en una reflexión sobre el Sexto Mandamiento en general; y, en el fondo, en una reflexión sobre Dios; ¿hasta qué punto es severo Dios?”, señaló.En el libro, el sacerdote de España comparte su experiencia pastoral de acompañamiento a personas con atracción por exactamente el mismo sexo. “He conocido a homosexuales que han mantenido la fe en Jesús, se han levantado de sus caídas y se han santificado en esa lucha; con imperfecciones, mas han conseguido un distinción para el cielo”, narró en un pasaje de su libro.En otro fragmento, recordó que “siempre que un homosexual ha venido a charlar conmigo, todos, sin salvedad, me han reconocido con gratitud que los sacerdotes les han tratado como verdaderos padres: con amor y entendimiento, animándoles y consolándoles. Ni una vez, alguno me ha dicho que ha sido maltratado por las palabras de un sacerdote”.El P. Fortea resaltó que “éste no es un libro sistemático sobre la sexualidad. No es ni una exposición del Magisterio, ni un capítulo de un tratado de ética. Se supone que los lectores ya han leído otras obras que ofrecen una visión de conjunto sobre este tema”.“Una vez que uno ha leído esos libros organizados y comprehensivos es cuando uno puede emprender la lectura de este libro como una reflexión ulterior. Estaslas concibo como una serie de pensamientos siguientes a ese fundamento”, apuntó.En su libro, el P. Fortea asimismo lamentó la prosecución llevada a cabo por el lobby gay contra quienes defienden la familia. “En los países católicos, hace unos años, si una pareja practicaba la homosexualidad, el Estado no mandaba a la policía a detenerlos en cama. Mas ahora hay conjuntos homosexuales que sí que desean que la policía vaya a la casa a detener al que se atreve a discrepar de su verdad progay. Es paradójico que se presente todo este activismo de ellos como una cuestión de libertad. Mas la verdad es que no os mandábamos a la policía a vuestra casa, y sí que lo queréis hacer”, afirmó.“Resulta evidente que hay conjuntos progay que, en el futuro, no se detendrán hasta el momento en que se prohíba en todas y cada una de las iglesias predicar que la homosexualidad es un pecado. Conseguirán que no se pueda tocar este tema en ninguna predicación cristiana”, advirtió.El P. Fortea escribió asimismo que aunque es “comprensivo con la homosexualidad”, no lo puede ser “con la transexualidad”.“Cómo puede ser algo psicológicamente normal que a una persona que tiene un cuerpo se le meta en la cabeza la idea de que realmente ese no es el cuerpo que le toca. Cualquier sujeto con los pies en el suelo entiende que es más fácil mudar una idea que se mete en la cabeza que no todo el cuerpo. Si alguien cree ser Napoleón, ¿la solución va a ser darle un imperio?”, cuestionó