¿Cuánto tiempo la había protegido y querido en su temporada de juventud?, se preguntó Alex retornando del pasado mientras que miraba desde el ventanal de su casa la soledad del campo. Sobre la tranquera un búho aullaba llamando a su pareja y el groar de las ranas eran los únicos sonidos que interrumpían sus pensamientos. La negrura de la noche dejaba ver los millones de estrellas que relucían en el cielo. Supuso que Ana las estaría mirando desde algún sitio. Quizás, lo recordaría como la recordaba en esa noche de cielo estrellado. No sabía si las pesadillas la proseguirían torturando, o bien si algún hombre bueno aliviaría sus angustias. Deseó que sí, que hubiese encontrado a alguien comprensivo que calmase aquellos malos recuerdos que retornaban a sus sueños. Un hombre y una mujer. Un enorme amor. 2 vidas separadas que solo se unen por los recuerdos que se avivan cuando cada noche aparecen las estrellas en el cielo. Ana Marco tuvo una niñez obscura, hasta el momento en que a los 5 años descubrió que las estrellas relucían en el cielo para aliviar sus temores y se prometió que cualquier día procuraría alcanzarlas. Era un sueño de pequeña que dejó de lado el día que conoció a Alex Alvear y comenzó a soñar con tenerlo a él. Mas Alex hizo pedazos su sueño cuando la abandonó sin dar explicaciones. Desde ese instante, Ana se empeñó en olvidarlo. Trabajó sin reposo hasta triunfar como diseñadora de tendencia, mas ni tan siquiera la fama logró ocupar el vacío de haber perdido al único hombre al que era capaz de querer. 12 años después, un horrible accidente los rencuentra para probarles que el auténtico amor no desaparece con el tiempo. Mas la vida no siempre y en toda circunstancia es color de rosas: Alex es ahora su mayor contendiente y está casado con una harpía ambiciosa y sin sentimientos. Lo que Ana no sabe, es que tras esa máscara de hombre triunfante se oculta un atormentado escritor que incluye en sus novelas detalles de la vida que compartieron por el hecho de que, como , nunca pudo olvidarla. ¿Qué va a hacer Ana frente al rencuentro? Él la ha desilusionado en tantas ocasiones que solo desea olvidarlo. ¿Lo imposible puede ser posible? ¿Lo inaccesible está más cerca de lo que pensamos? Quizás Ana descubra que las estrellas están al alcance de la mano, que solo es cuestión de soñar