Parir Sin Miedo Consuelo Ruiz Velezfrias

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El legado de Consuelo Ruiz, 4a Edición. Los contrincantes del parto son cuatro: La ignorancia, el temor, el dolor y la impaciencia. Jamás ya antes se consideró el parto como una enfermedad, con lo que nunca se asistió en los centros de salud, sino había unos establecimientos, las maternidades, donde se asistía a las embarazadas que no disponían de un hogar conveniente o bien que ni tan siquiera tenían un hogar. En las maternidades no se aceptaban enfermos, ni en los centros de salud, parturientas. Ya antes se paría, se comía, se sufrían y se curaban las enfermedades en casa; en ocasiones, aun, se trabajaba en casa, en casa se divertía cada familia a su gusto... Hasta la última y terminante actividad humana, fallecer, transcurría en el hogar, y en cualquier actividad la compañía de familiares y amigos estaba asegurada, para reír o bien plañir juntos. En la vida moderna, la casa es solo el sitio donde se duerme, se lava y se viste uno, donde todos están de paso y donde, en ocasiones, la reducida familia son verdaderos ignotos, y los sucesos más esenciales, el alfa y el omega de la vida, nacer y fallecer, se ejecutan fuera del hogar y de la familia, entre aglomeraciones de ignotos