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Hoy en día, es importante identificar los tiempos peligro- sos que estamos viviendo. La mayoría de las señales para la segunda venida de Cristo se han cumplido. Una de ellas es que la maldad o rebelión aumentaría. Y es difícil negar que la presente generación es la más rebelde que la tierra haya visto. La causa de esta rebelión es el espíritu del anticristo, el cual se opone a Dios y a toda autoridad delegada por Él. La característica más importante del espíritu del anticristo es la de vivir sin ley; es decir, no someterse a ninguna autoridad. Es más, no cree en la autoridad; se maneja por intimidación, miedo y control. El espíritu del anticristo está en rebelión directa contra Dios, Sus autoridades delegadas, Sus principios, Su palabra, Su gobierno y orden. Su plan directo es usurpar esa autoridad para gobernar enteramente sobre la tierra. Satanás continúa teniendo poder en la tierra, pero ya no tiene autoridad. ¡Cristo se la quitó! Ahora, usted como hijo de Dios, es quien tiene el poder y el diablo solo tiene la autoridad que usted le otorga cuando peca.En las iglesias, este espíritu ha dividido congregaciones enteras porque los creyentes han perdido la revelación de lo que es la autoridad legítima; de cómo vivir bajo esa autoridad, y de cómo ejercerla correctamente. Para ejercer autoridad sobre Satanás y sus obras, para someterlo y echarlo fuera, no podemos estar en rebeldía contra la autoridad de Dios, ni contra ninguna de Sus autoridades delegadas. Por eso, tenemos tantos líderes que no pueden reprender un demonio; porque los espíritus malos reconocen tanto la autoridad como la ausencia de la misma. Saben que si un cristiano, sea un simple creyente o un pastor, no está sujeto a autoridad, no tiene autoridad sobre ellos.Pero ese no es el único problema de la presente generación; además de vivir sin autoridad o sin revelación de la misma, también ha perdido el poder que manifestaba la Iglesia primitiva para predicar el evangelio del Reino. El caminar, experimentar y demostrar el poder sobrenatural de Dios, hoy en día, en la Iglesia de Cristo, parece ser algo del pasado porque la gente ha aprendido a vivir sin Su poder y presencia. Cristo es visto en muchos círculos religiosos como una figura histórica; en otras como un filósofo o un profeta; para muchos, sus milagros son un mito o una leyenda. En el Cristianismo moderno se enseñan los principios que enseñó Jesús, sin Sus milagros, señales y maravillas.La industria cinematográfica de Hollywood produce películas promoviendo lo sobrenatural demoniaco, y como si el mundo espiritual fuera una ficción. Mientras, la Iglesia solo ofrece un mero entretenimiento, basado en el carisma humano, en regulaciones morales humanas, pero sin poder sobrenatural. Pero, debe ser la Iglesia de Cristo quien presente lo sobrenatural como algo real, poderoso y genuino. El poder de Dios es real y verdadero. Podemos decir con certeza que esta generación, necesita un retorno al poder sobrenatural de Dios y Su presencia, bajo la autoridad legítima del Padre celestial y de Sus autoridades delegadas en la tierra.