Tarzan De Los Monos Edgar Rice BurroughsHal Foster, uno de los grandes autores de cómics de todos y cada uno de los tiempos, nació en Canada en mil ochocientos noventa y dos, y murió a la edad de noventa años en Estados Unidos, en mil novecientos ochenta y dos. Tras intensas experiencias juveniles se instala como dibujante en la agencia de publicidad CampbellEwald de la ciudad de Detroit a fines de los años veinte, dedicándose a la realización de cómics desde mil novecientos veintinueve, mientras que frena y reduce su forma de vivir. Su profesión como historietista es tardía, en plena madurez, y su trayectoria es tan larga como emocionante, comenzando como vanguardista del nuevo estilo realista, y terminando como uno de los más consagrados maestros en el arte de contar historias gráficas.A finales de los años veinte, los cómics eran cuentos cortos en viñetas publicados en la prensa diaria de Norteamérica (Canada y Estados Unidos) y distribuidos por unas agencias llamadas syndicates. Su soporte editorial, podía ser como tira diaria, en blanco y negro, o bien como página dominical, en color. El nombre, cómic, menciona a su esencia más primitiva. Una historia cómica o bien satírica, normalmente autoconclusiva (en cualquiera de sus aguantes) y con un dibujo de estilo irónico. Su evolución natural, lo va orientando cara la serialización, si bien sosteniendo su temática graciosa. Más tarde abre nuevas vías expresivas cara materias más variadas, resaltando aquellas que hacían fervor en el cine o bien en la literatura económica o bien pulp. Fantasías medievales, space operas, aventuras en rincones exóticos, policiaco western, capa y espada…etc. La historia que más tarde se marcha a hilvanar, cuenta la relación de Foster con la figuración realista, como vanguardista de esa técnica, y que una siguiente evolución lo conduce a la categoría de profesor, o sea tradicional. Un contrastado dominio del relato, el estilo único de sus viñetas, y ser el historietista más imitado de todos y cada uno de los tiempos acreditan esta teoría.En mil novecientos veintiocho, Joseph H. Neebe, directivo de la agencia CampbellEwald, es siendo consciente de que la adaptación de las novelas de Tarzan de Edgar Rice Burroughs, al formato de viñetas seriadas puede ser un éxito. Las apasionantes historias que narraban sus novelas eran tendentes a una adaptación al cómic, que seguramente funcionaría tan bien como su expresión cinematográfica. (Tarzan de los Monos dirigida en mil novecientos dieciocho por Scott Sidney). Por otro lado los syndicates comenzaban a repartir historietas seriadas, con dibujos que mostraban tendencia cara el realismo, si bien sus trazos eran aún expresamente simplificados. Obras como Wash Tubbs de Roy Crane en mil novecientos veinticuatro, Little Orphan Annie de Harold Gray, en mil novecientos veinticuatro y Tim Tyler´s Luck de Lyman Young en mil novecientos veintiocho, forman claros ejemplos de este hecho, incidiendo además de esto, en que sus razonamientos se separaban de la temática satírica. El paso clave, lo establecería el dibujante capaz de expresar su estilo con el máximo realismo posible. Una historia ambientada en la jungla, con monos antropoides, marcado componente épico, y una romántica historia amorosa, demandaba una iconografía naturalista y preciosista.La agencia CampbellEwald, y su directivo, comprenden que el artista ideal para dar substancia a los textos de Burroughs, ha de ser J. Allen St. John, afamado ilustrador, responsable de las espléndidas portadas de la versión literaria, y original, del mito selvático. Mas rechaza la oferta, por estimar un demérito rebajar su arte a viñetas seriadas, aparte de sentirse incómodo de trabajar bajo la presión de los plazos de entrega. La oferta rebota, llegando a Hal Foster, que la admite, entrando consecuentemente en la exclusiva nómina de los grandes autores del medio.El primer cómic de Tarzan de la historia se publica en data 7/01/1929 a 16/03/1929, en sesenta tiras cada día de 5 viñetas del mismo tamaño cada una, y también ilustra un resumen de la primera novela de Burroughs, Tarzan de los Monos, de treinta palabras escrita por su autor (otras fuentes aseguran que el resumen fue escrito por un obscuro cronista apellidado Palmer). El resultado es un término medio entre una novela ilustrada, y un cómic en formato de tira diaria, con el texto impreso en tipografía. Tanto las viñetas (trescientos) como las propias tiras (sesenta) no presentan un término narrativo propio del medio, siendo escenas, realmente bien elegidas, que acompañan a la porción literaria. Foster compone una historia bajo la técnica de una primitiva viñetasecuencia, con un estilo aún crudo, que unido a la rigidez del formato (trescientos viñetas del mismo tamaño) lo distancia de su gran término narrativo, que se va a ir desarrollando en sus futurasdominicales de Tarzan, y que alcanza la cima estética en las composición de lade El Príncipe Valiente. Mas sin duda, en este primer trabajo, están los primordios de su personal estilo. Trabajo de los fondos, querencia a lo telúrico y a la fisicidad, detallismo y profusa documentación. Ni que decir tiene, que el éxito coronó la compañía, hasta el punto que fue compendiada en libro por Gosset and Dunlop, en el mes de agosto de mil novecientos veintinueve, en una publicación de cuya portada era exactamente la misma ilustración (obra de Clinton Petee) que había servido de cubierta a la primera edición de la novela de Burroughs en formato libro. (Junio de mil novecientos catorce al cargo de A. de C. McClurg and Co. Publishing de la ciudad de Chicago).Consecuencia del enorme desembolso que requiere la producción de la obra, la agencia CampbellEwald, quiebra, y se convierte en el sindicato United Features que dispone de capacidad operativa de producción y distribución de nuevas historias de Tarzan, conforme el esquema precedente. Mas Foster se niega a efectuar la segunda novela, El regreso de Tarzan, por razones afines a las aducidas por Allen St. John. El syndicate, recurre a Rex Maxon para reemplazar la plaza libre dejada por Foster, y a pesar de que el trabajo sostiene una buena parte de su éxito, el resultado artístico se resiente por la tosquedad y mediocridad del estilo de Maxon. Tarzan prosigue medrando y en 15/03/1931 se inaugura la página dominical con firma del mismo Maxon.Pese a que la construcción de Tarzan en cómics, prosigue siendo rentable al United Features, en su cimentación hay un pilar tan enclenque que amenaza con enviar al garete todo el trabajo. Los dibujos son insostenibles, sobre todo en lasdominicales, provocando cada vez mayor enfado en el dueño y autor literario de la franquicia. Con Allen St. John vetado por el sindicato, y Maxon por Burroughs, la única salvación para el formato primordial es la aceptación del trabajo por la parte de Hal Foster, que se hace cargo desde 27/09/1931 (página veintinueve) a 02/05/1937 (página trescientos veintiuno). Las causas del retorno son evidentes. Con la crisis bursátil de mil novecientos veintinueve, el trabajo promocional pierde una buena parte de su razón de ser, al estar la población depauperada para el consumo de recursos. Esa masa pública empieza a demandar historias de evasión que le distancie de una realidad gris, en un planeta sin T.V.. Foster cuenta, entre otros muchos aspectos, con una oferta económica superior en ingresos a su trabajo de ilustrador, los parabienes de Burroughs, y un buen número de cartas de apasionados que suplican su regreso. El cómic sindicado gana prestigio, y las posibilidades expresivas de una dominical, son casi ilimitadas en comparación al limitado margen con que cuentan las tiras cada día. Una mezcla ponderada entre un aumento salarial, una coartada ética expresada en el permiso de Burroughs, y la posibilidad de maduración que ofrece el formato semanal hacen de Foster un autor de historietas, que comienza a evolucionar de vanguardista a profesor. (Maxon se sostendría en las tiras cada día hasta 20/08/1947, habiéndola comenzado el 17/06/1929, con la adaptación de la segunda novela de Burroughs).No pocos son los comentaristas y estudiosos del cómic, que consideran a Tarzan en Sunday Pages, la pieza maestra de Hal Foster. Sin entrar en polémicas vanas, se plantea al lector proseguir el hilo de los sucesos, para llegar a la conclusión de que tras la separación del tándem Tarzan / Foster, los dos miembros del binomio experimentaron una significativa maduración separadamente.Tarzan cae a cargo del capacitadísimo Burne Hogarth, que en poquísimo tiempo cambia el estilo “fosteriano” para aceptar el suyo. La unidad básica del relato deja de ser el planosecuencia y se reemplaza por la propia página dominical, sillar estético y también indivisible de la obra, en donde el creador, a base de activas y forzadas ilustraciones descompone el movimiento, en una secuenciación de paneles gráficos, que hace de su obra el paradigma del movimiento. La sublimación de su estilo aparece en mil novecientos setenta y dos y mil novecientos setenta y seis con la realización de los libros de cómics Tarzan de los Monos y Tarzan de la selva donde el dinamismo alcanza niveles de vanguardia radical, asemejándose sus viñetas a vidrieras de una catedral gótica. Entre enero de mil novecientos sesenta y ocho y enero de mil novecientos setenta y ocho, el delicioso Russ Manning, con un estilo escolástico extraño al de Hogarth, devuelve a Tarzan las historias vibrantes que ideó para él su autor literario, sumergiendo al lector en un planeta tan peligroso como alucinante. Con el abandono de Foster, Tarzan no solo no perdió. Ganó en madurez, expresividad creativa, y capacidad narrativa.Foster, libre de las trabas argumentales impuestas por el United Features Syndicate, ingresa en la categoría de profesor cuando efectúa su obra más personal. Seguramente el mayor jalón del cómic de todos y cada uno de los tiempos. Príncipe Valiente, mas eso es otra historia