En este nuevo trabajo Gianni Vattimo nos prueba de qué manera la verdad se ha transformado en la representación más encumbrada de la cultura moderna. La filosofía, la religión y la política mas asimismo, y esencialmente, nuestra experiencia rutinaria están signadas por una particular valorización de la verdad. No obstante, la cultura de nuestra sociedad occidental cada vez es más pluralista. La información y la comunicación son un juego de interpretaciones, los políticos se dejan evitar los compromisos éticos y por ende asimismo el deber de la verdad? sin que absolutamente nadie se sorprenda. Pese a todo, como lo prueban cotidianamente los debates políticos, nuestra sociedad "pluralista" aún cree en una idea "metafísica" de la verdad como correspondencia con los hechos objetivos y en la ilusión de un pacto basado en "hechos". Separándose de los reclamos por una política inspirada en el conocimiento científico y en sus nudos directos con la economía y la tecnología, Gianni Vattimo asevera que el único horizonte de la verdad política de nuestros días es la construcción de las condiciones epistemológicas para el diálogo social y también intercultural. Y es una de las primordiales labores de la filosofía explicitarlo. El discute en torno a la verdad se reduce de este modo a los pormenores del acuerdo social y los intelectuales están llamados a meditar formas de vida más entendibles que favorezcan la participación colectiva. Este Adiós a la verdad es por consiguiente el principio y la base misma de la democracia. El acuerdo sobre la elección individual es ante un inconveniente de interpretación de la construcción colectiva de los paradigmas compartidos, o bien cuando menos su reconocimiento explícito. Es allá donde se ubica el reto de la verdad en el planeta del pluralismo posmoderno. La verdad ya no está ligada al "cumplir", sino está basada en el acuerdo y el respeto de la libertad de cada uno de ellos y la de las distintas comunidades que conviven, sin confusión, en una sociedad libre