Nacido dentro de una familia acomodada, Publio Ovidio Nasón (Sulmona, cuarenta y tres a.C.Tomos, diecisiete d.C.) gozó siempre y en toda circunstancia de una situación desahogada que le dejó satisfacer su temprana vocación por la poesía. En el ocho d.C. Augusto le desterró a Tomis (actual Constanza, Rumania), y ordenó retirar sus libros de las bibliotecas públicas, a causa en una parte de la publicación de Ars Amatoria, que infringía la legislación moralista augústea, y en una parte de un lance que no se ha aclarado. Murió tras diez años de exilio. El presente volumen recoge 2 cumbres del género elegiaco, que Ovidio cultivó en la estela de autores como Catulo, Tibulo y Propercio, mas dotándolo de una personalidad y un estilo propios. Amores, que inauguró la trayectoria poética del autor, plasma sus experiencias cariñosas, novelescas o bien reales, en torno a la figura de la amada ideal, de nombre Corina. Las contrariedades a que se ve expuesto el versista alternan con ejemplos y narraciones mitológicas, formando un estridente mosaico colmado de gracia y encanto. Arte de querer fue la causa de sus desavenencias con Augusto y de su destierro a riberas del Mar Negro, mas a él debe Ovidio una buena parte de su pervivencia y de su fortuna siguiente. Este manual para empleo y disfrute del amor instruye a hombres y mujeres en el arte de la seducción y sobre de qué forma sostener el amor ya logrado. El tono es muy elegante y puede rozar la frivolidad, mas domina el buen gusto y difícilmente cabe estimar la obra inmoral o bien escandalosa. Sobre la cosmética del semblante femenino, una compilación de consejos productos cosméticos en verso para mujeres, acostumbra a incluirse en la poesía erótica; festeja la belleza y la sofisticación y el cuidado del cuerpo que mejoran la naturaleza. Antídotos contra el amor, continuación de Arte de querer y escrita unos años tras esta, recomienda sobre de qué manera sustraerse a las aflicciones de la pasión cariñosa, con gran lucidez sicológica y capacidad de entendimiento