Anatomía y fisiología humanas: Historia natural básica – José María Astuto García La Anatomía y la Fisiología nacieron con la cultura griega y han tenido desarrollo alternativo durante los siglos. Hipócrates, Aristóteles y Galeno manejaron una Fisiología intuitiva, apoyada más en el argumento y el los pies en el suelo que en conocimientos rigurosamente científicos, imposibles en aquellos instantes iniciales del saber. Tras la Edad Media la Anatomía floreció magníficamente, por el hecho de que al tener su base en la disección del cadáver humano fue furtiva a lo largo de bastante tiempo y solo se desenvolvió con amplitud en el libre espíritu del Renacimiento. Los dibujos del tratado «De humani corporis fabrica» de Vesalio, en mil quinientos cuarenta y tres, corrigen abundantes fallos de Aristóteles y Galeno, lo que supone un paso adelante. Mas la vida es ante todo el funcionamiento del total de órganos y aparatos que forman un organismo. De ahí que la Anatomía es una ciencia estéril si no nos lleva al dominio de la Fisiología. Y a lo largo de los siglos XVII y XVIII, además de esto, se había logrado el conocimiento de la Física y la Química preciso para el veloz desarrollo de una Fisiología de base científica. La auténtica Fisiología brotó de la experimentación. Para conocer bien la fisiología de un órgano resulta necesario, primeramente, observarlo mientras que marcha, mas de manera inmediata probar sobre él, alterando o bien eliminando las condiciones normales de su funcionamiento y verificando las anomalías que padece entonces la totalidad del organismo vivo. Este procedimiento de la «observación controlada por la experimentación», desarrollado pormenorizadamente por Claude Bernard, logró para la Fisiología sus más espectaculares avances en la segunda mitad del siglo XIX