Volumen I. Archipiélago Gulag era el nombre de la red de campos de internamiento y de castigo soviéticos donde fueron recluidos millones de personas a lo largo de la segunda mitad del siglo veinte. En este monumental documento, Solzhenitsyn, que estuvo recluído en uno de esos campos, reconstruye meticulosamente la vida dentro de la industria penitenciaria en tiempos de la Unión Soviética y su disección se transforma en un viaje a través del temor, el dolor, el frío, el apetito y la muerte, con los que el régimen totalitario silenció toda disidencia. Este primer tomo recoge las 2 primeras partes ("La industria carcelaria" y "Movimiento progresivo"). de las 7 que componen este relato del horror que vivieron millones de personas. Volumen II. Con lealtad estremecedora, Alexandr Solzhenitsyn describe en Archipiélago Gulag el régimen de terror que imperaba en los campos de internamiento y de castigo soviéticos a lo largo del siglo pasado XX. Merced a su pertinacia por restablecer aquello que la Historia deseó borrar, Solzhenitsyn devolvió la palabra a los doscientos veintisiete presos que le ofrecieron sus testimonios directos y a los millones de personas "a las que les faltó la vida para contar estas cosas", para dejar perseverancia de uno de los capítulos más fúnebres de nuestro tiempo. Escrito entre mil novecientos cincuenta y ocho y mil novecientos sesenta y siete en la más completa clandestinidad, el primer boceto de la obra fue descubierto por el KGB en el mes de septiembre de mil novecientos setenta y tres. En mil novecientos setenta y cuatro se publicó en Occidente, como medio de presión desde los países democráticos europeos, y hasta mil novecientos noventa, cuando se publicó parcialmente en la gaceta "Nóvy Mir", archipiélago Gulag estuvo vedado a los lectores rusos. Este segundo volumen recoge 3 de las 7 partes que componen la obra completa ("El presidio", "Con fines de exterminio", "El ánima y el alambre de espino"), y en él se describen brutalidades como la construcción del Belomor (el canal que comunica el mar Báltico con el mar Blanco) y las argucias a las que debían recurrir los presos para poder subsistir. Volumen III. Cuando Alexandr Solzhenitsyn terminó de redactar Archipiélago Gulag, confesaba en el epílogo: "La de veces que comencé este libro para abandonarlo después. No podía terminar de entender si era preciso o bien no que escribiera solo un libro semejante. Y, además de esto, ¿cuánto tiempo lo aguantaría? Mas cuando, sumándose a lo que ya había compendiado, confluyeron sobre mí muchas otras cartas de presos provenientes de todos y cada uno de los rincones del país, entendí que, puesto que todo esto se me había dado a mí, debía hacerlo". Y es que Solzhenitsyn fue redactando entre mil novecientos cincuenta y ocho y mil novecientos sesenta y siete, en la más absoluta clandestinidad, los abundantes fragmentos que darían sitio a Archipiélago Gulag. Lo hizo sin ficheros, partiendo de los recuerdos de sus experiencias y de los testimonios de sus compañeros de cárcel, y padeciendo en el instante culminante de su trabajo, en mil novecientos sesenta y cinco, el saqueo de sus papeles así como el rapto de la novela El primer círculo. El tercer y último volumen está articulado en 2 partes: "Confinamiento" y "Stalin ya no está". En ellas Solzhenitsyn aborda los últimos años del dominio de Stalin y de sus sucesores, y explica de qué manera una cuarta parte de siglo una vez que la Revolución lo aboliese se restituyó el presidio ruso, y con él los "campos singulares" reservados para los presos políticos. Solzhenitsyn describe las condiciones de vida en los campos soviéticos de la posguerra, las evasiones, las huelgas, las revueltas heroicas... El confinamiento en ellos, la otra forma de exilio, afectó a unos 15 millones de campesinos y se transformó en un procedimiento extendido de marginación de los indeseables. "Los líderes pasan", afirmaban, "el Archipiélago pervive"