Día tras día con Dios Elena G. de White De nuevo ponemos a cargo de nuestros lectores un libro devocional. Esta vez corresponde por año mil novecientos ochenta. Nos sentimos complacidos por el hecho de que desde mil novecientos cincuenta y dos hemos publicado de forma ininterrumpida, de año en año, y con creciente éxito, un libro dedicado a las devociones matinales. Eso quiere decir que con este ya hemos publicado veintiocho de estos valiosos volúmenes. No podemos menos que sentirnos satisfechos y agradecidos a Dios. De estos veintiocho libros, diez, con este, proceden de la pluma de la sierva del Señor, la Sra. Elena G. de White. Mas en contraste a los precedentes, que eran básicamente colecciones de libros publicados de antemano, el que ofrecemos ahora a nuestros lectores es completamente nuevo, o sea, salvo unos pocos, poquísimos parágrafos, es material que nunca ha sido impreso de antemano, de forma que el lector se hallará con lectura devocional absolutamente nueva. Esto se ha conseguido merced a que los compiladores de esta obra recurrieron, para realizar su labor, a la grande correspon­dencia de la Sra. de White con sus hijos y otros familiares, como además con cooperadores de diferentes unas partes del planeta. Ciertas de lasproceden de su diario íntimo. Poquísimas son de artículos que escribió en su instante para nuestras gacetas, como ser la Review and Herald, Signs ofthe Times y otras. Un detalle sumamente interesante es que cada lectura fue escrita por la Sra. de White precisamente en la data en que aparece en esta obra. De esta manera, por poner un ejemplo, la lectura del dieciocho de enero es parte integrante de una carta que la autora escribió al pastor S. N. Haskell el dieciocho de enero de mil novecientos dos. En otras palabras, y a fin de que el plan quede con perfección claro en la psique de todo lector, cada lectura fue escrita en la data en que aparece, mas, a propósito, de un año precedente. No deja de ser apasionante meditar que en exactamente la misma data cuando estemos meditando en lo que la sierva del Señor escribió sobre diferentes aspectos de la vida cristiana, transcribió al papel lo que el Señor puso en su corazón. Aguardamos que esta circunstancia sea un motivo más de inspiración para los que lean este valioso libro y mediten en su contenido. Al traducir la obra, y tomando en cuenta el hecho de que sus primordiales receptores son los jóvenes de la Iglesia Adventista, hemos procurado eludir el uso de un lenguaje parco o bien altilocuente. De ahí que hemos dejado de lado el “vosotros” y lo hemos sustituido por el “tú” o bien el “ustedes”, conforme el caso. Lo mismo hemos hecho con el “habéis” para dar un caso en cuyo sitio estamos utilizando “han” o bien “has”, conforme corresponda. Pensamos que de esta forma nuestra versión castellana va a tener un lenguaje más moderno y directo, más al gusto de los jóvenes, sin perjuicio de la transmisión precisa del mensaje de la autora. Solo nos resta ahora querer que Cada Día con Dios sea un motivo de permanente inspiración para todos nuestros lectores, y que merced a la medi­tación rutinaria de los mensajes del espíritu de premonición todos nos aproximemos al Muy, muy alto, y nos preparemos para salir al encuentro de Jesús en ocasión de su venida