¿Por qué razón en ocasiones la gallina duerme con un ojo abierto? ¿De qué forma puede, sin lenguaje, desarrollar inferencias o bien comprender la geometría? ¿Qué sabe de lo que hay tras el rincón? ¿Y qué puede enseñarnos todo ello sobre el modo perfecto en el que marcha el cerebro humano? No nos cuesta reconocer que muchas áreas de la Ciencia deben rendir tributo de reconocimiento a criaturas aun alejadísimas de nosotros, desde la mosca de la fruta a Escherichia coli, la bacteria huésped del intestino humano. Mas ¿qué podemos decir del estudio de la psique? En estos años etólogos, sicólogos experimentales y neurocientíficos han proporcionado una esencial contribución para la entendimiento de los procesos mentales, mas el hecho de que muchas de estas adquisiciones sean el resultado de la paciente y minuciosa experimentación sobre el comportamiento y sobre el sistema inquieto de criaturas consideradas cognitivamente humildes no se aprecia de manera plena. ¿Cuánta una parte de nuestro proceso cognitivo es posible descifrar utilizando como modelo el injuriado "cerebro de gallina"? (La expresión italiana "cerebro de gallina" corresponde a la expresión de España "cerebro de mosquito", o sea, homónimo de limitadas capacidades cognitivas). Vallortigara, especialista en Sicología Equiparada y neurocientífico, nos conduce en un viaje de exploración de las complejidades de la psique cuya guía (o bien cuyo pretexto) es, exactamente, el cerebro de la gallina. Giorgio Vallortigara ha llevado a cabo investigaciones en el Centre for Neuroscience, en la Universidad de Sussex en G. Bretaña y actualmente es maestro de Neurociencia y subdirector del Center for Mind/Brain Sciences de la Universidad de Trento en Italia. Además de esto es maestro asociado de la School of Biological, Biomedical and Molecular Sciences de la Universidad de New England en Australia