Centrado en la lucha entre los 2 titanes: la Alemania nacionalsocialista y la Rusia soviética, la campaña militar más gigantesca nunca librada. Presta singular atención al desarrollo del Ejército Colorado y establece una comparación entre los 2 ejércitos que se encararon en Barbarroja. Ni la Wehrmacht era la excepcional máquina militar que Hitler lanzó a la conquista de la URSS ni el Ejército Colorado era la masa de ovejas listas para el matadero que los alemanes pensaban hallar delante. El libro asimismo habla de las purgas estalinistas, que dezmaron lo mejor de la oficialidad del Ejército Colorado, y dedica un pequeño apartado a la Guerra rusofinlandesa, que con frecuencia se olvida. Los alemanes asimismo se dejaron mentir por las primeras batallas de esta guerra pensando que la conquista de la URSS sería coser y cantar. Se olvidaron de repasar las últimas batallas de la guerra, en las que los soviéticos cambiaron las tornas merced a sus exorbitantes medios. El análisis del libro es estricto. Glantz presta mucha atención al papel jugado por comandantes como Rokossovsky, Timoshenko o bien Zhukov, que ciertos historiadores ubican entre los mejores líderes militares de la Segunda Guerra Mundial. Fueron exactamente estos comandantes los que por último impusieron su forma de hacer la guerra a Stalin, quien, con Hitler, se había transformado en el primordial contrincante del Ejército Colorado. Glantz echa por tierra ciertos mitos. La nieve y el barro, por servirnos de un ejemplo, asimismo existían en el lado ruso. No obstante, los estudios alemanes sobre la guerra no explican por qué razón el Ejército Colorado proseguía marchando pese a las contrariedades metereológicas y de las distancias. Otro mito: los enormes recursos soviéticos. Glantz prueba que los soviéticos lograron esa superioridad numérica en ciertos frentes sustrayendo efectivos de ámbitos sosegados, para lo que practicaron con gran habilidad la maskirovka, el enmascaramiento. Pues consideraban a los rusos como infrahombres, los alemanes nunca pensaron que podían ser engañados por estos. Lo fueron y muchas veces: 2 de los ejemplos más flagrantes fueron la Operación Urano, la contraoensiva rusa a los dos lados de Stalingrado, que liquidó al VI Ejército, y Kursk, batalla que liquidó simplemente cualquier posibilidad de Hitler de ganar la guerra en Rusia. El interrogante esencial del libro es esta: ¿por qué razón perdieron los alemanes? O bien mejor dicho, ¿por qué razón vencieron los soviéticos?