Hace alusión Mauro Armiño a un acontencimiento sobre el que tal vez deberíamos detenernos un tanto más, el de la ilegalidad de estos textos, comprados bajo la capa mas presentes en prácticamente todos los hogares burgueses y también ilustrados de Francia. Es exactamente su ilegalidad la que les hacía mudar de naturaleza. Esa tensión entre lo público y lo privado, lo admisible y lo prohibido aliviada a través de vulneraciones rigurosamente reguladas funda para Bataille toda comunidad humana y se halla en la raíz misma de la noción de sociedad. Andrés Barba. Tras los últimos y sombríos años del reinado de Luis XIV las costumbres cambian por completo: la aristocracia se entrega al lujo, transforma el deSeo en motor de su vida y hace del amor un juego encabezado por una libertad absoluta que provoca unos excesos que los siglos siguientes no alcanzarán. La novela desvergonzada da cuenta de esa realidad, con sutileza unas veces, de manera cruel otras, mas siempre y en toda circunstancia con la mujer como centro de todas y cada una de las pasiones, capaz de continuar el juego sutilmente o bien dejarse arrastrar hasta los límites más peligrosos del deSeo. Toda la sociedad del siglo se embarca en un dispendio de sentimientos que hizo de esa temporada un caso único en la historia, mientras que la filosofía ilustrada iba sembrando los valores de una libertad más extensa y más igualitaria. De esas transformaciones, de esas galanterías y seducciones, de esos excesos dan cuenta las novelas desvergonzadas escogidas en este volumen. En ellas se citan mesalinas, sectas lésbicas, hijos del burdel que muestran al desnudo la sociedad, víctimas de la pasión desbocada de los poderosos, condesas que tienen frágiles caprichos de una noche, ingenuas seducidas por las trampas de la galantería, enamorados infieles que se empiezan en el sexo en la cama extraña, o bien un canapé que, recuperada su forma humana, narra las aventuras que ha visto y soportado..