Los ensayos reunidos en Debates y combates, escritos en los últimos 8 años, se encargan de cuestiones vitales vinculadas a la presente discusión política de la izquierda. En ellos, Ernesto Laclau efectúa una crítica meticulosa de los trabajos de pensadores como Slavoj Žižek, Alain Badiou, Giorgio Agamben, Michael Hardt y Antonio Negri. En la primera de las batallas Laclau prueba las falacias del enfoque de Žižek y se concentra en los razonamientos teóricos referidos al populismo, la lucha de clases, la categoría de demanda y la teoría marxista, como de esta manera asimismo en los sujetos emancipatorios zizekianos prácticamente marcianos y en la liquidación ultraizquierdista de lo político. En el caso de Agamben, cuestiona su genealogía por no ser suficientemente sensible a la diversidad política estructural. Prueba que su tesis de la reducción del bíos a zoé cuyo paradigma biopolítico occidental no es la urbe, sino más bien el campo de concentración facilita las opciones alternativas brindadas por la Modernidad. Sus disconformidades con Hardt y Negri viran en torno a la constitución de las identidades colectivas. Laclau examina si la inmanencia según ellos, término central y fundamento de la unidad de la multitud puede explicar las luchas sociales y si, por tanto, no sería precisa una articulación horizontal, un vínculo político, entre las diferentes movilizaciones. Pese a la enorme afinidad de su enfoque hegemónico con el de Badiou uno de los pensadores más originales y promisorios de la filosofía actual, Laclau examina su moral para probar los límites de la distinción esencial entre situación y evento. Ernesto Laclau ofrece 4 combates intelectuales intensos, sobre los que asevera en su introducción: "Tras cada una de las intervenciones de este volumen hay un proyecto único: reanudar la iniciativa política; lo que, desde el punto de vista teorético, significa hacer la política de nuevo pensable. A esta labor ha estado destinado mi esmero intelectual"