De "Las alegres erratas": El humor en el periodismo no está solo en el contenido de los artículos o bien comentarios a él consagrados sino más bien en la involuntariedad del patinazo en lo solemne. De este modo, absolutamente nadie que escriba de humor ha podido superar el impacto social de aquel periódico navarro que en su primera página, y a 3 columnas anunciaba: "Pese a la crisis vocacional el señor prelados ordeñó el día de ayer a sesenta nuevos sacerdotes". Y eso, pese a la crisis vocacional, crisis que conforme con la nueva, no termino de comprender. De "Los senos en la poesía de España": El desnudo de una mujer se resume en los senos. Y el deSeo, y la vida, la maternidad, el otoño y la pesadumbre. "Senos dormidos bajo el sudario infame/permíteme, Señor, que todavía los sueñe/permíteme, Señor, que todavía los ame". Recuerda Ramón Gómez de la Serna que lo más esfíngico de la esfinge no es su sonrisa, ni sus ojos, ni su frente, sino más bien sus senos, en los que el secreto de la materia está cuajado como en ninguna otra forma. De "De Beethoven a Antonio Ordóñez": La música del toreo no es muda, sino más bien la vibrante, armónica, triste y melódica de los genios. Ordóñez, en tristeza de olvido, en película vieja, es la Séptima Sinfonía toreada. Después, los sombreros al aire, los ramos de romero, las flores perdidas, los besos de las mujeres bañados en lágrimas, la emoción de los hombres que lloran sin verguenza. Pues en el toreo, como en la música, como en la pintura, como en la poesía, el secreto es solo uno. Rozar el cielo cuando Dios lo deja. De "El humor en la alta política": En los siglos de la cultura satírica, eran los versistas los encargados de resumir en octosílabos o bien endecasílabos, preferiblemente, las cuitas de los poderosos. De aquel comentario de Isabel II de España referido a su esposo, don Francisco de Agarráis de Borbón, de "resulta ser bastante más mujer que ", nacieron 2 epigramas que caricaturizaron para siemrpe al rey consorte: "Paquito Natillas/es de pasta vegetación,/y orina en cuclillas/como las señoras". O: "Y don Francisco de Agarráis,/sacando su minga fallecida,/al amparo de una puerta/lloriquea y hace pis"