Derechos humanos y mujeres: Teoría y práctica Los libros se independizan de sus autores. Eso es un sitio común. Cada lectora o bien lector va a abrir este libro trayendo sus preguntas y lo va a leer a la luz de sus experiencias y conocimientos anteriores. Cada persona va a resaltar diferentes pasajes y va a sacar ideas que después compartirá o bien va a aplicar en su trabajo. Quizá algún parágrafo remitirá a un campo más personal de la propia vida y va a ser acumulado como un aprendizaje significativo. Mas ya antes de dejar a cargo de las y los lectoras/es el futuro de este libro, me agradaría contarles algo sobre la historia que lo acompaña. El texto recoge los contenidos centrales que el Centro de Derechos Humanos (CDH) da anualmente en el Diploma Derechos Humanos y Mujeres: Teoría y Práctica. Cuando leía el boceto para hacer este prólogo, cada capítulo fue trayéndome los recuerdos de ciertas muchas clases del diploma en las que participé a lo largo de los años en que fui directiva del Programa Mujeres del CDH y más tarde como maestra convidada. Quienes cooperan en este libro han sido asimismo profesores del curso en Chile (Lorena Fries, Yanira Zúñiga) o bien en sus versiones in situ (Oscar Vid, en C. Rica), han sido sus pupilas (Catalina Lagos, quien el día de hoy es la presente organizadora del Programa Mujeres) o bien una parte del equipo académico del CDH (Patricia Palacios, Claudia Sarmiento, Mariano Fernández Val y Nicole Lacrampette). Mónica Arango, por su lado y en representación del Centro de Derechos Reproductivos, ha organizado al lado del CDH el diploma avanzado sobre Estrategias Jurídicas de Incidencia para el Avance de los Derechos de las Mujeres, para el que asimismo viaja a educar a Chile. No pude eludir ir acompañando la lectura con las voces y la gestualidad de los/as autores/as y rememorar el entorno de las clases. Reconocí en el texto muchas ideas que discutimos vehementemente con nuestras/os estudiantes. Más que una experiencia tradicional de lectura, me sentí examinando un vídeo de los recuerdos de un viaje de aprendizaje y desarrollo personal que hice acompañada de gente querida. Creo que las y los cientos y cientos de ex- alumnas/os del Diploma van a poder disfrutar de este agregado nostálgico que el libro trae como un regalo secreto. Creo, no obstante, que todas y cada una aquellas lectoras/es que se sientan convocadas/os por el reto del avance de los derechos humanos de las mujeres van a compartir la complicidad propia de los aprecios y los ideales comunes, si bien no hayan pasado por el CDH. Las mujeres feministas de Latinoamérica vivimos de manera permanente comprobando qué refractarias son nuestras comunidades nacionales a las ideas de justicia de género. Quienes luchan por los derechos de las mujeres muy frecuentemente son criticadas/os por traicionar su cultura (nacional, étnica, racial, etcétera) cuando denuncian prácticas comunitarias violatorias de derechos. En alguna medida se genera una distancia dolorosa con nuestras comunidades de referencia, aquellas donde desarrollamos nuestros cariños primarios, en el proceso de aseverar la propia identidad como feministas. Por suerte, en el camino descubrimos que ninguna comunidad es monolítica y que es buena práctica sospechar de quienes se adjudican su representación y definen los presuntos valores comunitarios. Nos hallamos con que hay bastantes personas, pluralidad de voces que discrepan de las historias oficiales en que las mujeres solo aparecen retratadas desde la experiencia masculina. Los encuentros con estas otras personas crean complicidades y nudos y van formando una comunidad opción alternativa de referencia. Para las mujeres, esta comunidad no acaba en la frontera. En verdad, muy frecuentemente los primeros ademanes de empatía proceden de personas extranjeras que, desde su experiencia, nos hacen ver que nuestras demandas. Lenguaje: De España