En alguno de sus textos, Arthur Danto ya había ubicado el fin del arte precisamente en los años sesenta. No obstante, y pese a esta aseveración radical, ha continuado realizando una crítica radical de la naturaleza del arte en nuestro tiempo. Tras el fin del arte presenta la primera reformulación a gran escala de esa intuición de Danto y muestra de qué manera, tras el eclipse del expresionismo abstracto, el arte se ha desviado inapelablemente del curso narrativo que Vassari definió para él en el Renacimiento, de tal modo que lo que debe hacerse es indicar el camino cara un nuevo género de crítica que resulte capaz de asistirnos a comprender el arte en esta era posthistórica: un tiempo en el que, por servirnos de un ejemplo, las teorías tradicionales no pueden explicar la diferencia entre una obra de Andy Warhol y el producto comercial en el que se inspira. Se trata, puesto que, de plasmar una serie de consideraciones, tan estrictas como entretenidas, sobre los más relevantes temas estéticos y filosóficos respecto al arte que, por su parte, reflejan con perfección el pensamiento de uno de los observadores más atentos de la escena estética actual. En este libro, puesto que, se reúnen, entre otras cosas, el pop, el "arte del pueblo", el futuro de los muSeos y la contribución teorética de un hombre como Clement Greenberg que ya hace un buen tiempo explicó el sentido de la modernidad sobre una base crítica fundamentada en la estética para esbozar una nueva historia del arte que va desde la tradición mimética (la idea de que el arte es una leal representación de la realidad) hasta los manifiestos de la temporada moderna (en los que el arte se define como la filosofía del artista). La conclusión es que ya no es posible aplicar las nociones tradicionales de la estética al arte moderno, sino hay que centrarse en una filosofía de la crítica de arte que pueda lanzar luz con la que tal vez sea la característica más sorprendente del arte contemporáneo: que todo es posible