Robert Bloch (diecinueve millones ciento setenta y mil novecientos noventa y cuatro) comenzó a publicar muy joven, a los dieciocho años, y enseguida se transformó en autor cotizado de lasde las gacetas de género más esenciales de Norteamérica y del R. Unido, y especialmente de la mítica "Weird Semejantes", aparte de cooperar frecuentemente en la radio, en la T.V. y en el cine, donde ganó fama universal merced a la adaptación que hizo Alfred Hitchcock de su novela "Psicosis". Acólito de Lovecraft en sus primeros años, pronto desarrolló un estilo propio que no tardaría en hacer escuela no solo entre los escritores pulp, sino más bien entre los cronistas de acontencimientos. Su incontrovertible talento llamó la atención tanto de Lovecraft como de August Derleth, que editó sus primeros libros en la insigne editorial "Arkham House", donde apareció por vez primera, en mil novecientos sesenta, la presente compilación de cuentos: "Dulces sueños..." Las 15 Historias que integran el presente volumen nos revelan a Robert Bloch no solo como profesor del terror, sino más bien como cronista de la América profunda, una América brutal, terrorífica, asoladora, haciendo de la fantasía un vehículo con el que deambular humorísticamente (o bien "macabramente") por los riscos del género, leal siempre y en todo momento a su tesis: la realidad es interminablemente más terrorífica que la ficción; un orate es mucho temible que el más atroz de los vampiros de la tradición literaria. Hay acá, claro está, historias de vampiros y de espectros, como hay historias de desvariados y de inocentes que matan. Y también historias de pequeños malvados y de adultos adánicos no menos malvados... La enorme virtud de estos cuentos se encuentra en que al final no sabemos quién es más temible, si el vampiro con su tradición cultural y novelesca, o bien el inocente que mata exactamente pues desea ser benevolente. Como afirmó Bloch en una nota de mil novecientos noventa y tres, para una colección de sus cuentos: "Espero que devoren estos cuentos... antes que les devoren a "