El Acoso De Las Fantasias Slajov ZizekLa fantasía guarda con la realidad una curiosa relación de lejanía y cercanía. En suma, la fantasía crea un escenario en el que se opaca el horror real de la situación. Tal es la perspectiva lacaniana que rige todo este libro. Esa oscilación humana entre proximidad y distanciamiento de la realidad ocurre en todos y cada uno de los campos de la vida, aun en el amor.En nuestro tiempo, los medios masivos de comunicación no hacen más que respaldar fantasmáticamente ese acoso de fantasías que nos libera y nos aherroja. El cine, por poner un ejemplo (y todo el libro está infestado de ejemplos fílmicos sobre este tema), nos da esa imagen fantasmática de la mujer "cuya alucinante presencia oculta la posibilidad inherente a la relación íntima".Surge de esta manera un sujeto secreto cuya libido relaciona lo excelente con lo despreciable. Solamente peligroso que la apertura excesiva en el amor, la manifestación de lo impúdico espiritual, que nos deja distinguir en teoría el goce del placer. En el terreno del poder político, esta indecencia se hace flagrante: la nación se transforma en Cosa, en cosa nostra podría decirse. El "nacionalismo" es la llegada de una serie de mitos que organizan el goce social que al otro le semeja excesivo.La pregunta del sujeto consciente no ya es "¿qué deseo?" sino más bien "¿qué desean los otros de mí?", lo que nos introduce en la turbiedad de los hechos en que nos vemos obligados a participar. Tal es el carácter intersubjetivo de la fantasía. Al final, esa realización clemente del deSeo en forma alucinatoria (y no otra cosa es la fantasía) crea aquello que pretende esconder y lo incrementa, y termina identificándose con una castración simbólica y una pérdida de realidad al querer y temer su proximidad.Slavoj ?i?ek, cuyo prestigio intelectual ha crecido de manera rápida en el planeta académico transformándose en una de las personalidades más señaladas de la cultura moderna, tiene la excepcional virtud de exponer su notable talento de forma sumamente directa y seductora, llenando de ejemplos su profunda reflexión. Basta leer el primer parágrafo del libro a fin de que el lector inteligente descubra este nuevo ensayismo sorprendente