En plena temporada victoriana, un especialista y dulce afinador de pianos llamado Edgar Drake, experto en los delicadísimos Erard, es requerido por el ejército colonial británico para viajar a Myanmar con el objetivo de arreglar un ejemplar que se encuentra en posesión del erudito comandante médico Anthony Carroll. A través de la música y la poesía, Carroll ha conseguido pacificar a las tribus locales, razón por la que, desde hace un tiempo, ha demandado el apreciado instrumento como condición para proseguir con su estratégica misión en el corazón de la selva birmana. Así, tras dejar a su esposa en la ciudad de Londres, el afinador de pianos emprende el largo periplo por los mares de Europa, el Mar Colorado, y el Océano Indico hasta llegar al interior de Myanmar, descubriendo en su camino paisajes gloriosos y personajes de historia legendaria. Mas si la prolongada travesía ha despertado sus sentidos hasta el punto de impactar de lleno en su percepción del planeta y, sobre todo, de su persona, lo que espera al afinador es una realidad todavía más obscura y compleja de la que nunca hubiese podido imaginar. Cautivado por una civilización tan extraña, donde el humano vive y expresa sus sentimientos con una fuerza insólita para él, Drake deberá enfrentarse a las raíces de su más profundo y, al final, admitir lo que el destino le tiene reservado. Empapada de una creciente sensualidad y un enigmático lirismo, y ribeteada con fascinantes apuntes sobre la historia de la vieja Myanmar o bien los misterios matemáticos de la música, la narración conduce al lector mediante un planeta esculpido por los mitos, el goce de vivir y el descubrimiento de uno mismo. Daniel Mason ha conseguido teñir de majestuosidad el encuentro entre los polos opuestos de la naturaleza humana, una puja de fuerzas donde la música se revela como el único medio capaz de tender un puente entre lo supuestamente irreconciliable