El carro de los escogidos, presenta la necesidad de entender que la ilustración (en términos rigurosamente filosóficos) religiosa o bien metafísica brota de la simplicidad de la vida, por sí sola, y no puede separarse de ella. Las visiones que ponen a los hombres por sobre los demás llegan aun en las más infrecuentes de las mundanas circunstancias. El carro de los escogidos, inspira su nombre de una cita de William Blake sobre los profetas Ezequiel y también Isaías, la carroza o bien el carro representando a Dios como Gracia Divina, terror destructor y juicio, mientras que la sociedad malvada y atroz figura como culpada de sus crímenes, destinada a la maldición. Presenta 4 personajes, en una novela sin razonamiento. Aparece un pintor indígena, marginado por su condición de inferioridad (llamado "negro" en Australia), y es el místicoartístico habitante de los aledaños. La lavandera, que descubre la carroza del bien tras oír una pieza de Bach en la catedral, que con sus manos enceradas, su cuerpo robusto y su ignorancia es, en palabras del escritor, "la más positiva patentiza del bien en sencillez". La solterona fea dueña de una heredad en ruinas, el espíritu de la tierra de la novela, que ve la salvación a lo largo de sus "momentos" de locura; y por último el judío inmigrante Himmelfarb, que consigue escapar de las cámaras de gas de Auschwitz que halla al bien exactamente mientras que los aliados bombardean su pueblo natal, y si bien ha buscado el secreto al éxtasis espiritual en los libros, solo en la animalidad del hombre halla todas y cada una de las contestaciones. Esta novela estudia a 4 personas a puntito de caer en las manos de la maldad, que no es otra que la prosecución de los fuertes a los enclenques, exactamente a cargo de una sociedad totalmente mediocre, seducida por la obscuridad de sus instintos