En El Accidente Jesús, Frank Herbert y Bill Ransom describieron el intento de los humanos por colonizar un planeta hostil, Pandora, cuyos océanos estaban habitados en su tiempo por un ser enorme y también inteligente, el varec Avata. Abandonados por la máquina inteligente de la Nave que los llevó hasta Pandora, dezmados por los efectos de una mutación genética inducida de forma deliberada, los colonos humanos debieron enfrentarse a una tremenda lucha para subsistir, terminando por destruir el planeta y descubrir, a sus expensas, que el varec regulaba la turbulencia de los océanos. Ahora, las olas han desgastado los continentes hasta el punto de transformar Pandora en una mar enorme, único y turbulento. Han pasado múltiples siglos y los supervivientes han evolucionado, formando 2 facciones separadas, que forman prácticamente 2 razas distintas: los sirenios, muy avanzados tecnológicamente, que viven en las profundidades marinas harto sofisticadas; y los isleños, prácticamente todos mutados hasta determinado punto, que viven en enormes balsasciudades orgánicas, que flotan en los océanos de Pandora, y cuya forma de vida depende de la ingeniería biológica. Los 2 conjuntos cohabitan con grandes contrariedades, si bien al iniciarse la novela reina la paz, aunque conminada por múltiples factores. Los sirenios tratan de recobrar, orbitando el planeta, los tanques de hibernación abandonados por la Nave, que poseen una enorme pluralidad de vida animal no mutada, como humanos en animación suspendida, con los que procuran restituir la vida en las tierras secas de Pandora. Un conjunto de sirenios quiere, además, contar con de los isleños, a los que consideran algo menos que humanos. Y a resultas de otro proyecto sirenio, el varec, destruido siglos atrás, empieza a rememorar