En esta última novela debida a la espléndida cooperación de Frank Herbert y Bill Ransom, volvemos al planeta acuático llamado Pandora. Igual que Dune, es un planeta desequilibrado ecológicamente. Del revés que en Dune, en Pandora peligra exageradamente la supervivencia. Los humanos de Pandora han estado recobrando tierras contra los turbulentos mares a un ritmo acelerado desde El Efecto Lázaro. El varec de los mares, sintiente mas manipulado electrónicamente por los humanos, amortigua las horribles corrientes marinas para restaurar las tierras y facilitar el creciente tráfico del mar. De un día para otro brotan nuevos asentamientos, mas los pequeños se mueren de apetito a sus sombras. Está prácticamente terminada una estación orbital, siendo la enorme esperanza de muchos por hallar un planeta mejor. Pandora se encuentra bajo el dominio de un ambicioso clon de la hibernación, llamado el Dictador, que rige con una sádica fuerza de seguridad mandada por el asesino Spider Nevi. Poca resistencia ofrecen al Dictador los opositores mandados por Twisp Queets y Ben Ozette, los que poco pueden contra el poder absoluto del Dictador, el que controla el transporte de alimentos. Las revoluciones se castigan con la muerte por inanición. La primordial esperanza de los resistentes es Crista Galli, una mujer a la que muchos creen hija de Dios. Crista reúne sus talentos con Dwarf MacIntosch, Beatriz Yatoosh y Rico LaPusch para derruir las barreras que existen entre las distintas especies y erradicar al Dictador y la siniestra cábala con la que rige. El factor ascensión es la obra póstuma de Frank Herbert. Como apunta realmente bien Bill Ransom en el prólogo, la muerte sorprendió al gran autor cuando la novela se encontraba todavía en su esqueleto, y fue Ransom quien debió escribirla desde las notas que habían preparado entre los dos. Sin embargo, prosigue siendo desde todos y cada uno de los ángulos una obra de Frank Herbert. La enorme profundidad filosófica, la riqueza temática y la dificultad de la trama y la invención prosiguen siendo las que cabría aguardar del gran autor de Dune. Y forma un digno conclusión tanto a una carrera infestada de éxitos como a una trilogía (iniciada con El Accidente Jesús y El Efecto Lázaro, publicadas las dos en esta compilación) que ha sido considerada en el mundo entero como comparable a la enorme saga de Arrakis, el planeta de las dunas. En verdad, conforme el Sciencie Fiction Fantasy Book Review, hay un gran paralelismo entre las dos sagas: como Dune es un planeta sin agua, Pandora es un planetamar, todo cubierto por el líquido elemento. Y, en los dos, la característica primordial es la diligente lucha por la supervivencia