Inglaterra en la Edad Media. Del paso de los romanos por la isla solo quedan ruinas, y Arturo y Merlín amados por unos, odiados por otros son leyendas del pasado. Entre la niebla aún habitan ogros, y británicos y sajones conviven en unas tierras yermas, distribuidos en pequeñas aldeas. En una de ellas vive una pareja de ancianos Axl y Beatrice que toma la resolución de partir en pos de su hijo. Este se fue hace un buen tiempo, si bien las circunstancias específicas de esa partida no las recuerdan, por el hecho de que , como el resto de habitantes de la zona, han perdido una buena parte de la memoria debido a lo que llaman "la bruma". En su periplo se hallarán con un guerrero sajón llamado Wistan; un joven que lleva una herida que lo estigmatiza; y un anciano Sir Gawain, el último caballero de Arturo vivo, que vaga con su caballo por esas tierras con el encargo, conforme cuenta, de terminar con un dragónhembra que habita en las montañas. Juntos se encararán a los riesgos del viaje, a los soldados de Lord Brennus, a unos frailes que practican extraños ritos de expiación y a presencias mucho menos terrenales. Mas cada uno de ellos de estos viajantes trae consigo secretos, culpas pendientes de redención y, en algún caso, una misión aterrador que cumplir. Sumando el viaje iniciático, la fábula y la épica, Kazuo Ishiguro ha construido una narración muy, muy bella, que averigua en la memoria y el olvido quizá preciso, en los espectros del pasado, en el odio larvado, la sangre y la traición con los que se forjan las patrias y en ocasiones la paz. Mas habla asimismo del amor perdurable, de la vetustez y de la muerte. Una novela ambientada en un pasado recóndito y legendario que vuelve sobre los grandes y eternos temas que intranquilizan a los humanos