El Guardian Kiera CassAntes de que America Singer conociese al Príncipe Maxon... Antes que participara en La Selección... Ella estuvo enamorada de un chaval llamado Aspen Leger. Esta nueva historia de la serie La selección empieza justo una vez que las chicas escogidas fuesen reducidas a La elite, y está contada desde la perspectiva de Aspen.Últimamente pienso con seriedad en la utilidad real de este género de historias cortas como la que os reseño ahora, de nacimiento tardío y de un acceso más limitado que las novelas originales, que prometen exclusividades y sorpresas, mas tras su lectura y las intenciones que aguardaba por estar contada por la parte de un personaje poco explotado en sí, me deja exactamente la misma sensación de incomprensión y también insatisfacción.Al igual que con El Príncipe, El Guardián está contado desde el puto de vista de Aspen, el eterno enamorado y secundario paciente que solicita con devoción que nuestra protagonista lo digne con una simple mirada. Este relato en cuestión se ubica entre La Elite y La Escogida y, como cabía aguardar, relata determinados hechos de las novelas originales desde la perspectiva de este guardián de palacio. Hasta acá suena interesante y novedoso, puesto que Aspen es uno de los oídos que bullen por los pasadizos y se espera de él algo más de trasfondo que sus eternas oraciones ponzoñosas de amor para America, con lo que la enorme baza de esta entrega es que hallamos dos escenas reveladoras sobre la forma de reinar del Rey. Mientras que Aspen trabaja con furor para servir Illéa o bien sencillamente continúa mudo en un rincón, somos testigos de la mano de hierro del Rey y de sus inexistentes sentimientos. Mas descartando la información jugosa con la que nos podamos encontrar, El Guardián es bastante prescindible. Como La Selección es una trilogía de un fuerte componente romántico, El Guardián dedica una gran parte de su narración a dejar en claro de qué manera son los sentimientos de Aspen, que comienzan siendo fuertes y robustos y hacen tremer las mas conforme verificamos la visión que tiene él de America con cada una de sus acciones, apreciamos que esa llama de la pasión se marcha languideciendo. Debería asombrar, mas como ya he comentado en alguna ocasión, no soporto los triángulos cariñosos si estos no son contundentes o bien están bien argumentados. De este modo, si tuviese que darle un sentido a El Guardián, no vacilaría en decir que su único propósito para quien lo lea es el de saber más sobre palacio, de Illéa y, sobre todo, de los chanchullos del Rey. No sé , mas mientras que leía ciertas escenas en que Aspen pasaba desapercibido por el plebeyo que es, sentía que estaba ante algo intimo y vital que se vería ratificado en el resultado de la trilogía. En cuanto al resto, para mí ha sido una lectura más sosa que El Príncipe, puesto que Aspen es un secundario plano en sus aspectos, y si bien he podido ver la evolución de sus sentimientos, aguardaba que pudiese provocarme algún vuelco en el corazón a fin de que acabase de semejarme un personaje entrañable, mas no ha sido el caso.