El hombre más rico que nunca existió, 3ra Edición – Steven K. ScottLos secretos del éxito, la riqueza y la dicha del Rey SalomónScott me charló de los inconvenientes que tenía en su profesión una no­che de mil novecientos setenta y cuatro, cuando fui a visitarle a su pequeña casa de Phoenix, Arizona. En aquella temporada, Scott estaba un tanto decaído. Terminaba de perder su sexto puesto desde el instante en que se gra­duara en la universidad, 4 años atrás. Tenía la sensación de que, por más que se esforzase, no podía sostener un empleo alén de unos poquitos meses. Aun había intentado arrancar su negocio en dos ocasiones, mas aquellos intentos habían terminado asimismo en descalabro. Me preguntó si podría ofrecerle alguna sugerencia, y le solicité que me dejase meditar en ello y que, por la mañana siguiente, le afirmaría algo. Des­pués de orar sobre su inconveniente, tuve una idea. Por la mañana siguiente, mientras que desayunábamos, le pregunté:— ¿Te agradaría ser más capaz que todos tus jefes?— Sí, de qué forma no me respondió él con un punto sarcástico.— No le afirmé Te prometo que, solo con que hagas una cosa, en un par de años vas a ser más capaz que todos y cada uno de los jefes que puedas tener en el futuro. Y apuesto que vas a ser millonario en 5 años.Steve creyó que me había vuelto desquiciado. Entonces, me preguntó qué debía hacer, y le dije:— El mes tiene 31 días, y el libro bíblico de los Pro­verbios tiene 31 episodios. Cada mañana, al empezar el día, léete el capítulo de los Proverbios que se corresponda con el número de ese día del mes, y te lees 2 episodios el últi­mo día de aquellos meses que tengan solo treinta días. Haz esto todos y cada uno de los días, un mes tras otro, y te aseguro que en un par de años vas a ser más capaz que todos tus jefes. Hazlo a lo largo de 5 años, y apuesto que te haces millonario.Le afirmé que lo leyese con papel y boli a mano, a fin de que pudiese tomar notas sobre los conocimientos y la sabiduría del libro. Yo sentía que la sabiduría que Steve descubriría en el li­bro de los Proverbios le cambiaría la vida. Lo que no sabía entonces era que usaría su recién adquirida sabiduría para mudar la mía asimismo.Steve admitió mi sugerencia y se puso a leer un capítulo de los Proverbios día a día. Tras un par de años, había seguido el consejo de Salomón de hallar un compañero de negocios y juntos lanzaron una compañía de marketing. A los pocos me­ses, la compañía les estaba reportando un millón de dólares americanos a la semana; Steve se hizo millonario en escaso tiempo, mas la historia no acaba acá.Dos años una vez que y su asociado pusiesen en marcha el negocio, me llamó y me preguntó si me agradaría redactar dos libros sobre el matrimonio. Yo jamás había escrito un libro, mas había estado rezando a lo largo de diez años a fin de que se me diese la ocasión de redactar un libro sobre el matrimonio. Y, ahora, Steve me solicitaba que escribiera no uno, sino más bien dos: uno para hombres y otro para mujeres. Juntos escribimos los que serían mis primeros libros en un tiempo prácticamente milagroso: un par de meses. Steve diseñó y generó un anuncio comercial con Pat y Shirley Boone donde se charlaba de los 2 libros y, a consecuencia de ello, If Only He Knew y For Better orfor Best1 se transformaron en 2 best sellers internacionales y cambiaron la vida de millones