El ministerio pastoral Elena G. De White Durante más de medio siglo Elena G. de White trabajó hombro a hombro con los ministros del Evangelio, y compartió con ellos el consejo inspirado. La Sra. de White tenía un término muy elevado del llamado pastoral, como se puede ver meridianamente en las próximas declaraciones: “El ministro evangélico se encarga de una obra solemnísima y sacratísima”. El Evangelismo, ciento treinta y ocho. “El ministro ocupa el puesto de portavoz de Dios a la gente, y en pensamiento, palabras y actos, debe representar a su Señor”. —Obreros Evangélicos, veinte. De los ricos tesoros de sus escritos, los compiladores de este libro han reunido una selección de consejos inspirados que se aplican más de forma directa a la vida y trabajo del pastor de la iglesia local. La Asociación Ministerial de la Asociación General efectuó una investigación utilizando el CDROM, edición mil novecientos noventa, de los Escritos Publicados de Elena G. de White. Se descubrió que la Sra. White empleó ciento catorce veces un derivado de la palabra clero, ministro diez con setecientos sesenta y dos veces, pastor trescientos ochenta y cinco veces, reverendo setecientos treinta y cinco, y pastor uno con quinientos cuarenta veces. Estas citas fueron el mayor enfoque de las investigaciones. La meta de esta investigación fue la de ser completa, mas no exhaustiva; esto es, incluir material de cada área del ministerio pastoral, mas no refererir cada declaración que hizo a este respecto. Las citas prácticamente siempre y en toda circunstancia incluyen parágrafos completos. Si se inte¬rrumpe un parágrafo y es continuado más adelante, se lo señalará. En todos y cada caso, se incluye la referencia a fin de que el lector pueda investigar y estudiar la cita en el contexto original. Como regla, no se utilizan comillas en las elijas de los escritos inspirados, de igual manera en que todo el texto que no está en negrilla, entre corchetes, o bien de otra forma detallado, es de Elena G. de White. Los subtítulos han sido puestos por los compiladores, y aparecen en negrilla. Por norma general, estos incluyen palabras o bien oraciones tomadas de las citas que encabezan. Una enorme porción de los escritos de Elena G. de White son anéc doticos; en otras palabras, son relatos de acontecimientos que ocurrieron en el trascurso de su vida, o bien de la vida de otros, o bien por medio de la historia de la iglesia. Se exponen principios, mas frecuentemente de forma indi¬recta. Hallar estos principios requiere más esmero de una parte del lector de lo que sería preciso si los escritos fuesen composiciones [14] en sí. No obstante, este estilo hace la lectura interesante, y aclara el hecho de que el trabajo de Elena G. de White para la iglesia requirió su participación directa. Los lectores deben buscar los principios centrales hallados en su consejo, y entonces aplicar esos principios en una forma práctica a su temporada y cultura. Ella escribió, “Acerca de los testimonios, nada es ignorado; nada es puesto a un lado. Sin em¬bargo, deben tomarse en cuenta el tiempo y el lugar”. —Mensajes Escogidos 1:65. Por servirnos de un ejemplo, sus consejos en lo que se refiere a los campestres se aplican más de forma directa a las conferencias públicas de el día de hoy, puesto que en sus días cuando menos la mitad de los que asistían a los campestres habituales adventistas, no eran adventistas del séptimo día. Las colecciones de los escritos de la Sra. White son de ayuda, puesto que ofrecen un modo recomendable de ver de manera rápida lo que ha dicho en lo que se refiere a una pluralidad de tópicos. El blanco en generar las colecciones es representar su forma de meditar en forma precisa y sin prejuicios. Conque, en la mayor parte de los casos, ya antes de hacer una selección de materiales, se ha analizado una gama completa de sus escritos sobre un tópico particularmente. Este procedimiento ha sido usado al preparar este libro. En donde la Sra. White ha dicho mucho, mucho se ha incluido. En donde ha dicho poco, poco se ha incluido. Los Fideicomisos del Patrimonio White dan reconocimiento con cariño al trabajo del personal de la Asociación Ministerial de la Asociación General de generar esta valiosa colección. Es la ora¬ción ferviente de los dos, la Asociación Ministerial y el Patrimonio White, que el lector reciba una rica bendición. Que su experiencia cristiana se profundice y su ministerio sea robustecido al estudiar desde los primeros episodios, que presenta, la relación personal del pastor con Cristo, hasta el capítulo final, el que hace un resumen de las lecciones del ministerio de Jesús, el Pastor Modelo. La Junta de Fideicomisarios de los Escritos de Elena G. de White, Inc