El poder del perdón Desarrollo personal y laboral. Cuando charlamos sobre el significado del perdón, nos percatamos de que en esta palabra podemos encerrar desde una lágrima que se puede transformar en lloro, sofocación, desesperación, hasta una sonrisa extensa que puede convertir todo nuestro ser en ilusión, fe, esperanza. Este es el poder del perdón, un poder que en muchas ocasiones tenemos en nuestras manos y que en la mayor parte de los casos no percatamos el bien que podemos hacer si lo brindamos sin reservas. La presente edición busca de nuevo brindarle espacio a un tema que está presente en la mayoría de nuestra vida: el perdón. Aguardamos que este texto sea de mucha reflexión mas sobre todo de transformación interior a fin de que consiga lograr una mejor calidad de vida. Definición del perdón Los resquemores nos impiden vivir totalmente sin saber que un simple acto del corazón puede mudar nuestras vidas y de quienes nos rodean. El perdón considerado como uno de los actos más nobles del humano se define conforme el Diccionario de la Lengua De España, como la “Acción de perdonar”. “Remisión de la pena justa, de la falta de respeto recibida o bien de alguna deuda o bien obligación pendiente”. El perdón debe ver con algo que alguien da, un obsequio, un presente, una resolución de dar, de agasajar. El auténtico perdón debe alterar algo en nosotros y algo de la relación nuestra con lo sucedido; es un cambio interior. Energía invertida Probablemente nos hemos dicho alguna vez “yo perdono, mas no olvido”, mas ¿nos hemos preguntado si esta forma de meditar nos roba un cúmulo de energía? Todas y cada una esas cosas que dejamos de hacer y que representan tiempo, esmero, escogencias, renuncias, para mantener un recuerdo, aun la energía invertida precisa contra el olvido, nutre eso que no se olvida en vez de la posibilidad de conseguir una paz interior. En tanto que invertimos energía para no olvidar, nos va produciendo desgaste, aun resta un importe esencial de esa energía que podríamos usar en otras cosas considerablemente más esenciales. Si libero esa energía, si no la invierto en mantener el recuerdo, puedo usarla en otro tema, en otra actividad. Asignación de valores El perdón pasa por un tema específico: el valor que nos damos a nosotros mismos y el que le asignamos a el resto. Cuando alguien nos ofende, ¿qué valor le asignamos a esa persona? ¿le damos la potestad de marcar nuestra vida por muchos años, viviendo atrapados y torturados o bien sencillamente no le asignamos valor?. La falta de respeto La falta de respeto puede ser lanzada mas no recibida, no admitida y si no es admitida no tiene efecto. Cae en el olvido. De igual forma la falta de respeto puede ser lanzada y ser recibida, admitida, acusada. Esto implica un gasto de energía pues para mantener esa presencia debo trabajar en el “no olvido”, recordando, manteniendo esa verdad. Tomar la resolución de disculpar nos deja liberarnos. Disculpar es posible únicamente cuando decidimos disculparnos a nosotros mismos y de comprender que absolutamente nadie marca el rumbo de nuestras vidas. Disculpar entonces es un presente, un regalo, un obsequio que en un primer instante nos damos a nosotros mismos. En el fondo, cuando alguien ofende, ¿de quién es verdaderamente el inconveniente, suyo o bien nuestro? Esta es la cuestión que verdaderamente debemos decidir, sentirnos insultados o bien sencillamente despreciar la falta de respeto