Encarando un enfrentamiento Desarrollo personal y laboral Desde el instante en que existe la humanidad semeja que el enfrentamiento nos acompaña. La literatura bíblica nos da cuenta de ello, hay un enfrentamiento entre Dios y la primera pareja humana cuan­do Eva desacata el orden divino, come de la man­zana y provoca la ira de Adán. En el plano político y social, hemos enfrentado luchas inacabables entre países desde hace muchos siglos como en lo que concierne a defensa de dogmas religiosos lo que ha llevado a el sepulcro a millones de humanos. Solo basta rememorar la primera y segunda guerra mundial, la lucha contra los judíos, los inconvenientes entre Iraq y también Van a ir, las luchas entre Palestina y también Israel y una gran lista de situaciones que nos llevan a meditar en la poca capacidad que tiene el humano para negociar. Desde el punto de vista personal nos encaramos a con­flictos desde el instante en que tenemos empleo de memoria. El enfrentamiento como proceso variable nace, medra, se desarrolla y puede en ocasiones convertirse, desaparecer o bien disolverse y otras veces continuar estacionario. Siendo el enfrentamiento una realidad rutinaria, consideramos preciso entender la activa cerca de este, sus implicaciones y la manera como resolverlo de la forma más afirmativa posible. Este es el propósito del presente folleto que aguardamos sea útil práctica en su vida. Teoría del enfrentamiento El enfrentamiento es una parte de nuestra convivencia social, brota desde el momento en que nacemos cuando precisamos aprender a vivir utilizando muchas herramientas para asegurar nuestra supervivencia. Entonces, la vida en familia nos enseña a negociar con las demandas contradictorias o bien opuestas de nuestros progenitores y el medioambiente. En el camino de medrar, desarrollarse y distinguirse del resto, tratando de alcan­zar metas propias, el humano siempre y en toda circunstancia va a estar determinado por las restricciones de un cosmos con recursos deficientes y demandas crecientes. De esta forma la vida sin enfrentamientos es una falacia puesto que sin ellos nos privaríamos de la ocasión para desarrollar nuestras habilidades puesto que se aprende a través y merced al enfrentamiento. La interacción y desarrollo del humano en sociedad se provoca por etapas que son general­mente situaciones de cambio movilizadas por el enfrentamiento generado por la etapa precedente que no se resolvió absolutamente. Enfrentamiento Entendiendo el enfrentamiento como una incompatibilidad entre conductas, percepciones, objetivos o bien aprecios entre individu­os y conjuntos que definen estas metas como mutuamente incompatibles, podemos decir que en este intervienen con­ducta y aprecios, elementos básicos del enfrentamiento. El desencadenamiento de un enfrentamiento es el resultado de una función de la conducta recíproca: A reacciona en frente de lo que estima que B le hace mas B interpreta esto como una reacción de agresividad por la parte de A hacia él. Lo que es construido como autodefensa en una de las partes, se comprende como ataque intencional por la parte del otro generándose de este modo un ciclo de ataque_respuesta agresiva_”defensa”_contraataque. Esto desencadena estilos personales de conducta frecuente en el manejo de enfrentamientos que producen contestaciones beligerantes de otras personas y de este modo se comienza el ciclo. Esta secuencia de acciones propias y contestaciones extrañas de la agresión se incor­poran a las entidades de forma permanente. Así, una cultura social violenta se alimenta y reproduce mediante conductas individuales violentas a las que justifi­ca en un círculo bastante difícil de romper