Estudios críticos sobre los delitos de corrupción de funcionarios en Perú A lo largo de los últimos años, el Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (IDEHPUCP) ha trabajado en nuevos temas vinculados a su misión original que, recordémoslo, se resume en contribuir a la consolidación del respeto debido a los derechos esenciales y a la sostenibilidad de la democracia y del Estado de derecho en este país. Uno de esos inconvenientes que hemos empezado a investigar es el vinculado con la lucha contra la corrupción. Las razones para abordar este fenómeno son claras puesto que la corrupción implica un impacto negativo en la consolidación de la democracia, en el respeto a los derechos humanos y, particularmente, en la moral ciudadana. Esta clase de prácticas dañinas que se vinculan con la ética pública producen efectos perjudiciales en la confianza que los ciudadanos deben tener ante sus autoridades, en todos y cada uno de los niveles y también instituciones del Estado, y por esta razón se hace preciso estudiarlas para de esta manera combatirlas. El día de hoy la corrupción ya no se percibe solo como un estruendos marginal al funcionamiento de los sistemas políticos y de la convivencia entre ciudadanos pertenecientes a exactamente la misma colectividad social. Ella es más bien reconocida como una de las primordiales amenazas a la democracia, puesto que conspira contra su legitimidad, vulnera el Estado de derecho y afecta el empleo de recursos públicos orientados al cumplimiento de derechos o bien a fines de interés colectivo. Por este motivo, un acto de corrupción forma una grave muestra de deslealtad en frente de las reglas que debiesen regir un comportamiento social sincero, puesto que supone el aprovechamiento inmoral de lo público para un beneficio privado, acción que es todavía más dañina cuando la ejecutan personas que detentan cargos públicos