Frutas confitadas. De qué forma escarcharlas y ponerlas en conserva – Gabriele ColditzLa fruta es una fuente de comestible y vitaminas fundamental y apreciadísima. No obstante, la oferta de fruta fresca y cultivada en este país se restringe a un plazo parcialmente corto del año. Pues acá se cosecha la fruta primordialmente en verano y en otoño, a lo largo del resto del año debemos prescindir del consumo de una gran parte de frutas frescas. Por este motivo, el único modo de poder degustar la fruta durante todo el año consiste en realizar y preservar la fruta fresca. Además de secarla y de congelarla hay otras formas de preservarla, y para esto nos servimos de los efectos conservantes del azúcar, el alcohol y el vinagre, como de la esterilización, destinada a matar a los gérmenes.Las frutas ya se confitaban y se preservaban de forma exitosa, mucho ya antes de la era de los métodos de conservación químicos. Conforme hemos tomado mayor conciencia en lo que concierne a nuestra salud y a la nutrición, aquellos métodos tan acreditados han vuelto a disfrutar de un enorme reconocimiento.Para ello existen diferentes razones. Por un lado, nos resulta posible cultivar o bien adquirir fruta exenta de substancias dañinas, con la intención de realizarla y prepararla de una forma natural, preservando todas y cada una de las vitaminas. Por la otra, logramos verdaderas exquisiteces culinarias, a buen costo y conforme con nuestro gusto. Además de esto, un tarrito de mermelada adornado con cariño o bien un bonito frasco de frutas “borrachas” siempre y en toda circunstancia forman un regalo singular, apreciadísimo por nuestros amigos y conocidos.Este libro describe los diferentes métodos de conservación de las frutas y nos ofrece numerosas recetas para cada proceso. Dichas recetas no sirven tan solo como guia, sino asimismo deberían animarnos a realizar mermeladas y compotas de propia creación