¡Hola! Permítanme que me presente. Mi nombre es Vega y mi vida ha sido una completa insensatez los últimos meses. Salí huyendo de la capital española por razones que prefiero no contar, y me vine a Barna donde mi amiga Melissa lleva viviendo un tiempo. Me he instalado en un edificio chulísimo. ¿Lo malo? Mi vecino. Es un perfecto Adonis hecho realidad. ¡Vamos! Que se lo solicitaría a los Reyes Magos, Santa Claus y a mi padre por mi aniversario, peeerooooo, tiene un cartel en la frente colgado que pone: "¡riesgo!". ¿Qué de qué manera lo sé? Puesto que pues soy sicóloga y comprendo de esas cosas... ¿Qué? ¡Sí! Soy sicóloga, y encima, ¡me chifla serlo! Es posible que suene a habitual tópico mas me desenvuelvo bien rodeada de inconvenientes y situaciones diferentes. Puesto que lo que os contaba, resulta que tengo un vecino que está como desea, es informático que no se entere que lo llamo de este modo, no le agrada y me soltaría uno de esos rollos sobre que es analista programador y que hace más cosas que picar teclas, mas ¡vamos! que para mí solo pica teclas. ¡Shhh! guardadme el secreto y, además de esto, fotógrafo. Y ¿cuál es el inconveniente? Puesto que ninguno particularmente... ¡Patraña! Realmente miles mas el más esencial, es que me hace sentir... ¿de qué forma lo explico? Puesto que eso, que me hace sentir extraña y ¡ jamás me siento extraña! Por si acaso no fuera poco, tengo unos amigos que están peor que , supongo que eso de compartir insensatez hace que seamos tan amigos. Tengo un padre que es un sol. Y en mi vida aparecen unos pacientes que me cambiarán por completo. En resumen, ¿te lo quieres perder? Me da que deberás leer mi historia para saber a qué me refiero, y ¡prepárate! por el hecho de que lo que tienes en tus manos es pura revienta