El autor, al escribir este libro, parte de una premisa básica: España no es algo artificioso producto de un patriotismo trasnochado. España es una realidad importante en la historia y en el mundo actual. Conocer su pasado es indispensable. Es el mejor espejo en el que podemos mirarnos, la mejor lección para acertar cada día, asimilando aciertos y rectificando errores. Todo menos mirar para atrás con desprecio o con ira y menos aún queriendo aplicar la mentalidad de hoy a los hechos de nuestros antepasados. También sería dolorosa la indiferencia y el olvido, y no digamos la falsificación y la mentira. España existe. Es así porque así fue. Porque así la hicieron a través de las generaciones los protagonistas de todas las épocas. Por ello el contenido del libro lo primero que hace es afirmar la realidad, la palabra y el sentido de España. Y para ello ir a buscarla a la Edad Media. En ella se podrá ver que está la explicación más clara de la manera de ser, de la evolución, de la estructura, de las divisiones, de las semejanzas, de las relaciones que hoy constituyen nuestro ser como nación y como españoles. La España de hoy es la " España perdida" que desde Don Pelayo, desde Íñigo Arista y Wifredo el Velloso, los reinos, condados y principados formados desde los Picos de Europa al cabo Creus se lanzaron a reconquistar la tierra ibérica, la tierra hispana que habían heredado de romanos y visigodos. Además, los Reyes, son los verdaderos protagonistas, en especial los grandes y decisorios. Ellos hacen la historia, la orientan, definen y construyen, siempre en admirable simbiosis con el pueblo. Cada uno de los "grandes e importantes", tiene su capítulo, un esplendido y riquísimo cuadro histórico en el que hay alta política, batallas, desafíos, amores, aventuras, traiciones y alianzas, El autor se detiene a la llegada de Isabel y Fernando. Son ya otra historia, que no habría sido posible sin esos grandes reyes de la Edad Media española