Cara una economía verde Guía para el desarrollo sustentable y la exterminación de la pobreza La crisis: de contrariedad a ocasión Durante los 2 últimos años, la idea de una”economía verde” ha descuidado el refugio especializado de la economía ambiental para penetrar en el alegato político dominante. Con cada vez mayor frecuencia, este término es parte del léxico de Jefes de Estado y Ministros de Economía, aparece en los comunicados del G-20 y se discute en el contexto del desarrollo sustentable y de la exterminación de la pobreza. El apogeo reciente del término de economía verde se ha visto favorecido, sin duda, por el desencanto general en relación con el paradigma económico dominante, una sensación de cansancio que se desprende de las numerosas crisis y descalabros del mercado que se han producido a lo largo de la primera década del nuevo milenio, particularmente la crisis financiera y económica de dos mil ocho. No obstante, al tiempo se tiene cada vez mayor patentiza de un camino a proseguirse, de un nuevo paradigma económico en el que la riqueza material no se debe conseguir por fuerza a expensas del aumento de los peligros ambientales, las escaseces ecológicas o bien las disparidades sociales. Además de esto, cada vez hay más pruebas que justifican, desde el punto de vista económico y social, la transición a una economía verde. Existen, puesto que, fundamentos sólidos a fin de que tanto los gobiernos como el ámbito privado acentúen sus sacrificios para realizar tal transformación económica. Los gobiernos deben dejar que los productos más verdes compitan en condiciones de igualdad, retirando progresivamente los subsidios que se hayan quedado trasnochados, rehabilitando sus políticas y ofertando nuevos incentivos, robusteciendo la infraestructura comercial y los mecanismos del mercado, reorientando la inversión pública y adoptando una política de compras públicas más verde. El campo privado, por su lado, debe entender y calibrar la auténtica ocasión que supone para una serie de ámbitos esenciales la transición cara una economía verde, y debe contestar a las reformas políticas y a las señales de costos incrementando el financiamiento y la inversión. En el Informe sobre Economía Verde del PNUMA, de próxima aparición, como en esta Síntesis para los encargados de la formulación de políticas, mantenemos que la aplicación de consideraciones ambientales en las economías del planeta ofrece recompensas tangibles y notables, que tanto los gobiernos como el ámbito privado disponen de los medios precisos para esto, y que el instante de encarar el reto es ahora