Heridas sensibles. Curar el pasado para un mañana mejor – Bernardo StamateasTodos tenemos un pasado y a todos nos han suce­dido cosas lindas y feas, tenemos recuerdos que nos mantienen emotivamente y recuerdos que nos entris­tecen. De ahí que que en el presente trabajo deseamos hacer un viaje al pasado para ir de nuevo a esas experiencias tristes que hemos vivido y de esta forma poder curarlas. Alguien afirmó que si no sanás tu pasado, estás condenado a repetirlo.El objetivo de este viaje no es deprimirnos, ni hun­dirnos emotivamente. Tampoco es rememorar obsesiva­mente todo nuestro pasado para quedarnos a vivir en él. La finalidad es resolverlo y avanzar.Robert Neimeyer, un genial escritor, es autor de un libro sobre la ansiedad que presentan las perso­nas frente al tema de la muerte. Estudió por qué razón algu­nas personas “aceptaban” la muerte de una forma considerablemente más apacible que otras. Y descubrió que esas personas no tenían temas pendientes. No había nada abierto en su pasado, o bien prácticamente nada. Estas personas, en su gran mayoría, se habían enfocado a lograr sus metas y sus proyectos.El hecho es que no precisamos aguardar una desgra­cia o bien una muerte para aprender a vivir gozando de la vida, de sus instantes buenos y no tan buenos, precisamos aprender a vivir cerrando los temas que tenemos pendientes con hechos y personas, para que no nos queden deudas sensibles sin saldar.Lo que planteamos acá, en este libro, son técnicas usadas en diferentes géneros de terapia, de ayuda que se le ofrece a aquellas personas que han pasado un hecho traumático, una circunstancia de dolor, técnicas y métodos que son usados por profesionales que aman su profesión y las aplican para el bien y la sani­dad del paciente.Cuando curamos los recuerdos de nuestra vida, el presente se ve de otro modo.Este libro, bajo concepto alguno sustituye la psi­coterapia individual o bien familiar, ni reemplaza la ayuda profesional. La meta es brindar ciertas herramien­tas prácticas que nos puedan asistir a cerrar esas his­torias abiertas que nos han quedado del pasado.El pasado fue coconstruido entre nosotros y otras perso­nas, mas el futuro es la construcción nuestra, pues somos los arquitectos de nuestro destino; estamos persuadidos de que si conseguimos curar el pasado, cerrarlo, hacer las paces con él, vamos a poder activar una de las emociones más poderosas que existe, que es la esperanza: aguardar algo que es el mañana