Amiano Marcelino (c. trescientos treinta y 2 mil trescientos noventa y ocho) apunta al acabar su obra: "Esta narración, comenzada en el reinado de Nerva, concluye en la catástrofe de Valente. Viejo soldado y heleno de nación, he hecho cuanto he podido por desempeñar bien mi cometido; presentando mi trabajo cuando menos como obra franca, y en el que la verdad, que profeso, en parte alguna, que sepa, se halla perturbada o bien incompleta. Que consignen lo demás otros más jóvenes y sabios, a los que recomiendo que escriban mejor que y eleven el estilo." Por su lado, Narciso Beatos Yanguas, en su artículo El pensamiento historiológico de Amiano Marcelino nos presenta de esta forma al autor y su obra: "Con Amiano Marcelino la historiografía vieja, y más en concreto la romana, genera su último gran representante; es el historiador por antonomasia de la decadencia de la ciudad de Roma en esta temporada tan problemática del Bajo Imperio; decadencia que puede rastrearse, sin embargo, en los historiadores de los siglos precedentes, como Implícito, si bien no de forma tan patente como en el historiador antioqueno del que nos ocupamos. (...) Amiano Marcelino, natural de Antioquía de Siria, de cultura griega por consiguiente, historiador de un emperador eminentemente, Juliano, heleno en sus gustos y deSeos, eligió como medio de expresión el latín. Calificándose a sí mismo de miles quondam et Graecus, precisa el ángulo de su visión histórica. Los historiadores modernos han insistido sobre su competencia militar, mas no han conseguido retener de la palabra Graecus más que la acepción étnica (...). Debemos estimar, de hecho, que bajo tal apodo se halla el antecedente heleno ¿¿¿n¿, cuyo sentido evolucionó y que en el siglo IV d. J. C. se oponía no solo a "salvaje", sino más bien asimismo a "cristiano". "Justo después de finalizar su carrera política, marchó a Roma, donde instaló su sitio de trabajo y halló una buena compañía de amigos, entre quienes sobresalía la familia de los Símacos. En tal situación, destacan su aprobación del pasado glorioso de la ciudad de Roma y su crítica de la situación y menosprecio de las estructuras socioeconómicas y políticas y también ideología contemporáneas. A pesar de todo, la obra de Amiano aparece considerablemente más enraizada de lo que en un comienzo se pensaba en estos enfrentamientos políticoreligiosos de fines del siglo IV, con una orientación muy próxima a los medios senatoriales paganos de tiempos de los emperadores Graciano y Teodosio. Tomando a Implícito como modelo, puesto que une su obra histórica a las Historiae de tal historiador, que por su parte son una prolongación de los Annales, la estructura de las Res Gestae amianeas se explica en una parte por una toma de situación sobre la política de los emperadores a quienes estudia. Así, cuando, al final de su obra, emplea la citada expresión, lo que procura expresar no son solo sus 2 primordiales peculiaridades como escritor, sino más bien asimismo las 2 líneas de fuerza de su doctrina y el doble programa del emperador de quien Roma tenía necesidad y de quien ha trazado el retrato ideal, Juliano (...). "Las Historias de Amiano nos han llegado mutiladas, puesto que, de los treinta y uno libros de que de entrada constaban, han desaparecido los 13 primeros. La obra total englobaba un periodo de prácticamente 3 siglos, desde los años noventa y seis a trescientos setenta y ocho d. J. C., o sea, desde el reinado de Nerva a la muerte del emperador Valente en Adrianópolis; mas lo que se nos ha preservado no contiene más que los acontencimientos acontecidos a lo largo del cuarto de siglo que transcurre entre los años trescientos cincuenta y tres al trescientos setenta y ocho, o sea, durante la remata una parte del reinado del emperador Constancio II, de los de Juliano, Joviano, Valentiniano y Valente y de la primera una parte del de Graciano." Desde los primeros libros preservados "se nos presenta la estructura que va a ser habitual en los sobrantes, con puesta en relación de los sucesos interiores y exteriores, orientales y occidentales, como excursus religiosos, moralizadores y geográficos. Con esto es, puesto que, llevada a sus últimas consecuencias la técnica empleada por Implícito en los Annales."