Hombre lascivo y sin estirpe, primera obra de Saikaku, fue publicada a mediados de octubre de mil seiscientos ochenta y dos. La data es esencial pues la acción novelada se extendía hasta finales del mismo mes. Cada capítulo llevaba una ilustración, obra del propio Saikaku, entre aquéllas que se han elegido las que alumbran esta edición en español. La obra estaba dividida en cincuenta y cuatro episodios, el primero sobre lo que le sucedió al héroe Ionósuke hasta los 7 de su edad, y después un capítulo para de año en año de su vida, hasta llegar a la provecta senectud de los sesenta. Algo arbitrariamente, cada 7 episodios formaban un "maki" o bien secuencia; la octava y última solo constaba naturalmente de 5 episodios. El número de estos señalaba a las claras que Saikaku pretendía hacer una parodia de la Historia de Guenyi, la enorme novela que Murasaki escribiera en el siglo XI, y que asimismo constaba de cincuenta y cuatro episodios. El príncipe Guenyi había sido un héroe lascivo, mas al modo pulimentado y cortesano de la paradisiaca temporada de Jeian, conquistando a las mujeres con su finura (miiabi), mas asimismo con su fidelidad. Como el Tenorio (y Leopoldo Azancot me disculpará que por una sola vez, y sin ánimo de hacer ninguna "intempestiva ensaltación de las cosas de España", establezca cierto paralelismo entre Ionósuke y este personaje de nuestras letras, tan recóndito en cuanto al resto en el tiempo, en el espacio y en el jaez), como el Tenorio, digo, Ionósuke se desentendía normalmente de preservar sus conquistas. En ocasiones cautivaba como Don Juan, de forma fuerte y con maña, mas prácticamente siempre y en toda circunstancia a costa de sus dineros. Ionósuke apunta realmente bien Keene representaba el ideal de la sociedad burguesa para la que Saikaku escribía, como Guenyi lo había sido para los viejos aristócratas. Y en cuestión de amores Ionósuke estaba interesado básicamente, como los burgueses del XVII, en la profesional del placer