Ásperamente combatido o bien entusiásticamente encomiado, mas en cualquier caso buscado y leído con ansiedad y comentado con encendimiento, este libro es el libro de una temporada. Un documento histórico de primera mano sobre algo de tanta relevancia como la capacitación y actividades del partido marxista de España a lo largo de los años precedentes a mil novecientos treinta y seis y en los deplorables del mil novecientos treinta y seis a mil novecientos treinta y nueve, o sea, en los de la guerra civil. Unos años clave en la moderna historia de España: las últimas cabezadas de una lucha de partidos que tendrían que dividir y perforar ridículamente a un pueblo para desembocar en la anarquía, la violencia, la guerra y la sangre de centenares de miles de españoles. El creador no solo ha vivido ese paréntesis sanguinolento sino lo ha hecho. Absolutamente nadie mejor que él para charlar de un pasado nunca suficientemente conocido. A su condición de testimonio inusual, Hombres made in Moscú une la de ser un libro escrito con saña, dolor esperanza, sangre y por último decepción. ¡Qué gran obra y qué gran lección! Enrique Castro Delgado, asilado en México, habla con el corazón a todos y cada uno de los hombres del planeta. 25 años de reflexión para unasinesperadas, horribles, escritas por un combatiente de la Literatura, por alguien que ha vivido en el centro de un volcán y ahora atestigua con desgarrada sinceridad. El historiador Hugh Thomas afirma de este libro que tiene escaso valor histórico. Otros charlan de su escasa calidad literaria. En lo más mínimo. Su valor es enorme, incontrovertible. Habla de la ideología como sustrato dañino del ánima obscura de los hombres. Y está escrito a golpe de inteligencia. Es un libro bien construido, reforzado por el parágrafo breve y concluyentes. La saña vital está contenida en el armazón de la escritura mesurada. Semeja que cada una de las palabras va a reventarnos frente a los ojos, mas transcurren todas y cada una con el ritmo conveniente de las grandes obras. Por él pasan todos y cada uno de los personajes relevantes que de una o bien otra manera tuvieron contacto con el Partido Marxista a lo largo de esos años: la dirección del PCE, Ramón J. Sender, Mihail Koltsov, Enrique Líster, Gorev, El Campesino, etcétera Mas el protagonista primordial, como no podía ser de otra manera en unas memorias, es el propio Castro, que habla de sí en tercera persona. En este libro Castro aparece como un hombre concentrado en su misión, que no es otra que la de imponer los ordenes del Partido a fin de que la guerra se realice de una forma determinada. Castro es malévolo, brutal y también impositivo en sus formas. Mordaz y sarcástico en su expresión, Hombres made in Moscú es el resultado de un hombre eviscerado que pone a predisposición de los hombres sus supones. Sus confesiones llegan a extremos sorprendentes y están contadas con algo de displicencia, lo que anula cualquier posible intento de expiación