La dicha conyugal Tahar Ben Jelloun «Ocupaba de manera permanente sus pensamientos. Sentado a su mesa de trabajo, no lograba avanzar en ninguno de sus proyectos. La imaginaba en sus brazos, canturreando las canciones bereberes de su aldea, unas armonías que no le agradaban demasiado, mas de las que ya no podía prescindir, aun sin comprender qué afirmaban. Eso era el amor, querer lo que te recuerda siendo amado». Un pintor, en el mejor instante de su carrera, se halla repentinamente paralizado por un ictus cerebral en su mansión de la ciudad de Casablanca. Su proyección artística y su envidiable vida de exposiciones y viajes se ven de forma brusca interrumpidos. Sueña con regresar a coger los pinceles, mas le minan todo género de ideas sobre su desgracia que atribuye en parte a su matrimonio. Para escapar a la depresión que le avizora decide, con la ayuda de un amigo, redactar un diario en el que narra el averno en que se ha transformado su vida en pareja. Si bien reconoce que tampoco es un modelo de virtud, y no oculta otras relaciones eventuales que han pasado por su vida, siente que la relación con su mujer es malvada y destructora. Mas descubre el manuscrito en el taller de pintura y decide dar su visión de los hechos, contestar punto por punto a la versión de su marido. ¿Existe la dicha conyugal? ¿Qué es en una sociedad en la que el matrimonio es una corporación? ¿Una ilusión? ¿Sostener las apariencias? En La dicha conyugal, Tahar Ben Jelloun procura dar contestación a las preguntas que provoca algo tan común, y al unísono tan complejo, como es la relación de pareja. Y lo aborda desde los 2 puntos de vista de sus protagonistas en una novela en la que la ironía se pasea, desde el título a la última página, entre las pasiones y recelos de una pareja en la que el correr del tiempo y las diferencias de todo género han hecho mella. Pero…, ¿está todo perdido?