La Batalla del Abismo de Helm, la inundación de Isengard, y de qué manera Frodo, Sam y Gollum llegaron al Paso de Cirith Ungol son ciertos grandes capítulos que Christopher Tolkien recoge en este tercer volumen de la Historia de El Señor de los Anillos. Se llama Guerra del Anillo a la enorme guerra que se libró a fines de la Tercera Edad en la Tierra Media entre Sauron y su ejército y los Pueblos Libres. El comienzo de la Guerra del Anillo tiene sitio tras la celebración del Concilio de Elrond (veinticinco de octubre de tres mil dieciocho), puesto que fue allá donde se decidió que el Anillo de Sauron había de ser destruido y se realizó el plan para llevar esto a cabo. No obstante, otros textos ubican el comienzo de esta guerra en el doble ataque de Sauron al Bosque Negro y a Osgiliath (veinte de junio de tres mil dieciocho). A lo largo de la Guerra del Anillo, Sauron lanzó una ofensiva global que afectó a toda la Tierra Media, atacando lugares tan distantes como pueden ser Erebor, Lórien, Cuernavilla o bien Minas Tirith. Durante este enfrentamiento, se generaron múltiples batallas más como son la de los Pasos del Isen, la de Isengard, la Batalla de Cuernavilla, la Batalla de Pelargir, la Batalla de los Campos del Pelennor y la Batalla del Morannon. Tras la muerte de Saruman, concluyó la Guerra del Anillo. Siendo destruido el Anillo Único, se generó la Caída de Baraddur y la desaparición de Sauron. Cuando Sauron fue derrotado, sus aliados en la guerra se rindieron y el Rey Elessar excusó a los Hombres del Este y los dejó partir en libertad, estableció la paz con los Haradrim y liberó a los esclavos de Mordor, dándoles en posesión las tierras que rodeaban el Lago Núrnen. Concluye la Guerra del Anillo y con ella la Tercera Edad, con la partida de Frodo y Bilbo así como los 3 Guardianes de los Anillos, el día veintinueve de septiembre del año tres mil veintiuno de la Tercera Edad con rumbo a las Tierras Imperecederas