La historia de los vencidos – Joaquín BochacaEste no es un libro en defensa de Alemania. Es un libro en defensa de la Verdad. Tampoco es un libro “antisemita” sea lo que fuere lo que se intente evocar con esa palabra equívoca. Es una demanda, ya formulada ya antes por otras personas fuera de España, y poquísimas y muy parcialmente en España, contra determinados individuos y ciertas Fuerzas. Si la apabullante mayoría de los individuos sirviendo a semejantes Fuerzas resultan pertenecer a un conjunto racial determinado, ello no es culpa del Autor, sino más bien de la naturaleza de las actividades de semejantes individuos.El Autor tiene plena conciencia de que muchas de las afirmaciones contenidas en este libro sorprenderán al lector. Mas, como puede comprobarse en la referenciación y bibliografía de esta obra, se ha procurado siempre y en toda circunstancia, buscar la prueba de parte contraria, o bien, cuando menos, el testimonio de personas totalmente neutrales con relación a cada caso o bien situación planteados.Algunas personas consideran que esta Edad de la Democracia Liberal o bien Popular es la más conveniente a la naturaleza del Hombre (o bien del Ciudadano, o bien del “Camarada”), que vive en el mejor de los mundos posibles. Una opinión bien panglossiana. Esas personas agradan de meditar “¡el confort intelectual antes de nada!” que las guerras, revoluciones y catástrofes que de manera continua se generan en este Planeta feliz no son más que accidentes, sin autores que los generen, ni Fuerzas que los canalicen…En este libro se mantiene una opinión contraria; una opinión basada en el principio de causalidad. Y además de esto, basada en hechos y en citas procedentes del campo «liberal», no en teorías ni en oraciones entresacadas de alegatos de Hitler, de Mussolini… o bien del 95 por ciento “como mínimo” de los celtibéricos profesionales de la pluma hasta mediados de mil novecientos cuarenta y tres. Las conclusiones del Autor van a ser consideradas como contrarias al Viento de la Historia y, desde entonces, como opuestas a la Coexistencia y a la Paz… ¡Tal y como si fuera posible la Paz sin la Justicia! Por qué razón, ¡oh, ironía!, los fieros belicistas de mil novecientos treinta y nueve, los resueltos a combatir o por Dantzig “hasta la última gota de la sangre de los demás” son, ahora, los exegetas patentados y también de manera involuntaria humorísticos del Marxismo Evolutivo, que interpretan un bototazo de Krutschev o bien una “boutade” de Kossygin como un síntoma de deshielo