La música en el teatro de Shakespeare – Ignacio Calle Albert Una investigación holístico del término en sus primordiales obras tráficas Está claro que el dramaturgo William Shakespeare fue un enorme amante de la música. Del mismo modo que Lutero, monje agustino en sus orígenes, que cantaba como tenor, el dramaturgo de StratforduponAvon estaba persuadido de la valía de la teoría del ethos helénica. De esta forma, por poner un ejemplo, en El comerciante de Venecia escribió que “No hay cosa tan tonta, tan dura, tan llena de cólera, que la música en un momento, no le haga mudar su naturaleza”. En los dramas de Shakespeare se hallan cien canciones, ciertas con texto propio del dramaturgo. Incluyó canciones populares de la temporada, como The Willow Song (Canción del Sauce), que canta la desdichada Desdémona, anterior a su asesinato por Otelo, o bien How should I your true love know, canto que entona una desazonada Ofelia ante sus heridos sentimientos. De entre los músicos de ópera que han puesto música a este texto, quizá sean Gioacchino Rossini y Giuseppe Verdi los más emotivos. Tal proliferación de elementos musicales en las obras teatrales shakespearianas está relacionada con la floración, a lo largo del reinado de Isabel I de Inglaterra, de una excepcional generación de músicos, quienes se dedicaron, entre otros muchos géneros, al madrigal y la canción con acompañamiento de laúd. La nómina de músicos es abundante: el católico William Byrd —quien visitó España para estudiar con Antonio de Cabezón, segundo organista de Felipe II, Orlando Gibbons, Thomas Morley, John Wilbye, Thomas Weel kes, John Dowland, John Bull, y otros muchos de menor rango. Los actores que cantaban las canciones compuestas para las obras teatrales de Shakespeare eran jóvenes adolescentes masculinos pertenecientes a la compañía teatral, lo más apropiado en la actualidad sería interpretarlas con contratenores, puesto que existía la prohibición de que las mujeres salieran al proscenio en tiempos de Isabel I. Una prohibición que pervivió hasta el reinado de Jacobo II Estuardo. La música en conjunto manifestó en las obras teatrales shakespearianas distintos cometidos: ora para dibujar caracterialmente al personaje ora para resaltar una situación trágica ora para crear un entorno favorezco, una atmosfera anímica en el decurso de la trama