La crisis actual de la política y de la democracia solo puede ser solucionada con el desarrollo de una hiperpolítica radical y de una democracia auténtica y participativa capaz de producir una República global, sin fronteras.Más allí de la presunta tecnoutopía de la ciberdemocracia, de los mejores instrumentos para realizar la superación de la presente crisisquizás el único y también indispensablees la utilización opción alternativa de las nuevas tecnologías de información y comunicación como Internet o bien la telefonía celular.Sin embargo, el inconveniente que se plantea es qué estrategia sería la indicada a fin de que el ciudadano activo participe, como una parte de una movilización total, en esa labor colectiva. De esta forma, en frente de la estrategia de la confrontación externa, se plantea la necesidad de una estrategia complementaria, quintacolumnista, dentro de los sistemas tecnológicos y sociales como un factor determinante para la creación de una resistencia eficiente.Por ello, más que realizar un modelo teorético cerrado de la alterglobalización, lo que precisamos es un progresivo espacio comunal que primero integresegún un procedimiento hiperfilosóficolas diferentes sensibilidades críticas de la política, el arte y la cibercultura, y después reflexione sobre las tácticas posibles a fin de que una conspiración estratégica resulte posible.En este sentido, solo una red de redes, poco a poco más espesa y organizada, de activistas que trabajen desde el corazón del Leviatán en torno a los grandes proyectos comunitarios (desde el software libre al copyleft) puede ser la garantía de un cambio de rumbo o bien de un procedimiento de supervivencia.Éste es el nuevo camino del ciudadano como"artivista": efectuar una tarea vital de zapa en su trabajo diario o bien en la universidad, en una Organización no Gubernamental o bien en un foro de discusión sobre ciencia ficción.La quinta columna se plantea como la retaguardia activista del planeta globalizado y en enfrentamiento, un espacio virtual en donde todos podemos participar de forma pacífica con las armas de la imaginación rutinaria siempre y en toda circunstancia a mano