La tía Tula, indudablemente la más popular de las novelas de Miguel de Unamuno (dieciocho millones seiscientos cuarenta y mil novecientos treinta y seis), es, conforme su autor, "la historia de una joven que, rechazando novios, se queda soltera para cuidar de unos sobrinos, hijos de una hermana que se le muere. Vive con el cuñado, a quien rechaza para marido, puesto que no desea manchar con el débito conyugal el circuito en que respiran aire de castidad sus hijos. Satisfecho el instinto de maternidad, ¿para qué exactamente perder su virginidad? Es virgen madre". Cuenta la historia de la mujer que renuncia a una vida propia para hacer el papel de madre de los hijos de una hermana fallecida y se agregan elementos recurrentes en la obra de Miguel de Unamuno: la riña por la fe religiosa, el problema entre el mérito y el reconocimiento exterior o bien el histrionismo, la honestidad de la vida ética y la conciencia del dolor. Siguiendo su característica forma de novelar, en que excluye prácticamente por completo la descripción de fenómenos externos para atender únicamente al paisaje interior de la personalidad humana, Miguel de Unamuno ha creado en La tía Tula un personaje fuera de lo corriente, a través del que explora la dicotomía virginidadmaternidad, tan ligada a los fundamentos del cristianismo. Escrita en tercera persona, en la que a su autor no le semeja indispensable ponerla en un instante temporal determinado, puesto que es universal y tradicional como una Antígona del siglo veinte, dura para la época: el feminismo a todo trance de Tula para quien los hombres son solo "unos salvajes" sin pulimentar, que, aun, no se deja guíar por su confesor por el hecho de que rehuye ser dirigida por los hombres si bien se trate de un sacerdote, la carga sexual que es la espina dorsal del engranaje de la obra, la maternidad frustrada y encontrada por medio de los hijos de otras... El libro incluye el ensayo Como se hace una novela